Por Sebastian Kunigkeit y Takis Tsafos (dpa)
París/Atenas, 13 sep (dpa) – Su enfrentamiento con el resto de ministros de Finanzas del euro escribió ríos de tinta en los medios durante meses. Lejos de retirarse de la escena pública, Yanis Varoufakis continúa ahora su lucha contra la política financiera de la eurozona y busca dejar su marca en la opinión pública.
Para eso cuenta con su carisma de superestrella de la política. “Él sí se enfrentó a la troika”, anunció la presentadora del acto a las afueras de París antes de ser interrumpida por los gritos de los presentes, que coreaban “Résistance!” (¡resistencia!). La carpa en la que se celebró el acto en el marco de la fiesta tradicional de la izquierda francesa en La Courneuve estaba repleta de gente, que también asistía desde fuera pese a la lluvia porque quería escuchar a Yanis Varoufakis.
Cuando el ex ministro subió al escenario, levantó el puño cerrado en alto. “No me sentía así desde la noche del 3 de julio”, señaló, en alusión a las decenas de miles de griegos que se manifestaron en la Plaza Sintagma de Atenas. Dos días después votaron en un referéndum contra el plan de recortes de los ministros de la UE, y a la mañana siguiente Varoufakis renunció. “Nunca más ministro”, escribió entonces.
¿Y qué ha pasado en estos dos meses? En Grecia, donde tras su dimisión el gobierno pactó y llegó a un acuerdo con Bruselas, Varoufakis ya no es noticia. Pero para una parte de la izquierda europea el dirigente de 54 años es el representante de un camino alternativo, un mártir de la resistencia contra lo que entienden es la dictadura de la austeridad.
El recibimiento en la “Fête de l’Humanité” fue un ejemplo de esta fascinación que genera el dirigente griego. En su campaña por defender sus ideas Varoufakis encadena una entrevista tras otra, desde “El País” de España al “New York Times”, y explica su visión de la historia: Alemania quiere imponer su modelo y por eso su dureza con Grecia, con la que quiere dar ejemplo.
En el seno del partido Syriza del ex primer ministro Alexis Tsipras, Varoufakis no es una figura tan popular. Se considera que este experto en teoría de juegos es una carga en la actual campaña electoral. Tsipras ha pedido varias veces disculpas por sus “errores en la elección de las personas equivocadas” durante sus siete meses de gobierno. Todos en Grecia sobreentienden que está hablando de Varoufakis.
Sin embargo, cuando Tsipras menciona claramente a su ex ministro, sus palabras son amables. “Logró mucho” en la primera fase del gobierno, comenta, y evita comentar lo que vino después.
La teoría de Varoufakis de que los acreedores acabarían cediendo si Grecia se mantenía firme casi lleva al país a la catástrofe.
Varoufakis, el “hombre del enorme ego”, como lo llama la prensa sensacionalista griega, no deja pasar ninguna oportunidad de decir que el programa de rescate no va a funcionar porque es muy duro y por tanto impracticable, esté quien esté al frente del gobierno. En lo personal, no se presenta a las elecciones del 20 de septiembre.
En vez de eso está de gira por Europa y ha dado a entender que fundará un movimiento por el cambio a nivel continental. En París defendió el sábado su proyecto de una cumbre en la que se elabore un Plan B para el continente, junto con otros destacados dirigentes de izquierda como el alemán Oskar Lafontaine (La Izquierda) y el francés Jean-Luc Mélenchon.
El objetivo es crear una “resistencia civil” contra la política financiera del Eurogrupo. Qué significa exactamente esto no se aclara, pero el documento habla de un “sistema de pago paralelo”.
Con todo, Varoufakis sigue siendo un orador extraordinario. “La primavera de Atenas empezó en Atenas, pero ninguna rebelión humanista contra la autocracia tendrá éxito mientras no tenga eco en las calles de París”, dijo ante la multitud reunida.
El futuro papel de Varoufakis es una incógnita, pero está claro que su desempeño como ministro lo seguirá acompañando. Un comentarista señalaba en tono sarcástico en la radio griega: “Casi salva a Grecia. Ahora también quiere salvar a Europa”.