Puerto Príncipe, 4 nov (elmundo.cr) – El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) informó que muchos niños continúan padeciendo una situación precaria en Haití un mes después de que el huracán Matthew asolara al país.
El huracán dejó unos 550 muertos y más de un millón de personas con necesidad de asistencia humanitaria.
UNICEF se dispone a lanzar una campaña de vacunación para inmunizar a 900.000 personas contra el cólera, tomando en cuenta que con la contaminación del agua que causó la tormenta, la epidemia se podría recrudecer.
Radio ONU conversó con el representante de UNICEF en Haití, Marc Vincent, que señaló que “se ha avanzado, pero aún quedan muchas cosas por hacer. Esperamos ofrecer asistencia a medio millón de niños que han sufrido gravemente con el huracán. Debemos garantizar que tengan acceso a servicios de salud, a la educación, al agua potable. La escala de este desastre implica que vamos a tener mucho trabajo por delante, durante el próximo año o los próximos 18 meses”.
Vincent pudo constatar de primera mano la dimensión de la catástrofe y se ha encontrado con muchos niños afectados.
“Pude llegar al área tres días después del paso de Matthew. Debo decir que quedé sumamente impactado por la escala de la destrucción. He trabajado en zonas de conflicto, pero ninguna experiencia anterior me preparó para lo que vi allí. Para los niños el impacto ha sido enorme y continuará siendo traumático”, indicó.
“Sólo hay que imaginar ser un niño y ver que tu familia ha perdido su hogar, todos sus animales, todas sus cosechas, que tu escuela ha sido completamente destruida o que ha sido convertida en un refugio temporal. Nuestro objetivo inmediato es conseguir que la mayor cantidad posible pueda regresar a la escuela y garantizar que tengan acceso a agua potable, o sacarlos de los albergues temporales y que puedan regresar a sus casas”, apuntó.
El representante de UNICEF en Haití afirmó que la situación desesperada en que viven muchas personas continuará en el futuro cercano aunque, sin duda, muchos la afrontan con optimismo.
Afirmó que la resiliencia de los haitianos es admirable y destacó haber vista a la gente enfrascada en la reconstrucción de sus hogares cuando apenas había pasado el ciclón.
Sobre el peligro de que aumenten los contagios de cólera, señaló que se han registrado en las zonas afectadas unos 3.000 casos sospechosos.
“Mil de ellos son niños menores de 18 años. La epidemia de cólera en Haití es algo que enfrentamos desde 2010. Desde entonces ha habido unos 800.000 casos y 9.300 muertes. La preocupación ahora es hacer lo máximo por distribuir agua limpia para prevenir la transmisión de la enfermedad en las áreas afectadas y ofrecer acceso a los centros de tratamiento”, puntualizó Vincent.
En ese sentido, detalló que el Fondo labora con varias agencias humanitarias en la rehabilitación de unos 1.800 centros de tratamiento del cólera que fueron totalmente destruidos por el huracán y confió en que con el lanzamiento de la campaña de vacunación la semana próxima, se establezca otro mecanismo para controlar la situación.
“Nuestro mayor temor es que la enfermedad llegue a Puerto Príncipe porque eso podría conducir a la misma situación de finales de 2014, cuando se reportó un brote masivo en Martissant, uno de los barrios más vulnerables de la ciudad. Ese brote provocó la expansión del cólera al resto del país. Por eso estamos haciendo un gran esfuerzo en los departamentos más afectados por el huracán”, subrayó Vincent.