Nueva York, 1 ene (elmundo.cr/AFP) – En medio del operativo de seguridad más grande de la historia para un fin de año en Nueva York, un millón de personas dieron la bienvenida el viernes en Times Square al 2016 con la caída de la bola de cristal gigante.
La temperatura moderada (7º a medianoche) ayudó a los turistas y neoyorquinos que se acercaron desde temprano el jueves por la tarde al epicentro del distrito de las teatros en Manhattan, marcado por sus imponentes carteles de neón y una atmósfera de fiesta.
El alcalde Bill de Blasio, su mujer Chirlane y el cofundador de la organización de la lucha contra la pobreza Global Citizen, Hugh Evans, como invitado, accionaron el mecanismo que puso en marcha la bola de casi 5.500 kilos, que cuenta con 32.256 luces LED y 2.688 cristales de Waterford, una tradición que se inició en 1907.
Dentro de un perímetro vallado y bajo estrictas medidas de seguridad, una multitud entusiasta coreó el conteo final mientras la bola caía por un poste hasta marcar la entrada en 2016 y una lluvia de papeles multicolores cubría el cielo.
Las autoridades prepararon un plan de seguridad “más amplio que nunca” para los festejos de este jueves, con 6.000 policías, incluyendo más de 500 hombres de una nueva unidad antiterrorista, ante la preocupación creada por el accionar del grupo Estado Islámico (EI).
Sin embargo, en los últimos días, insistieron en asegurar que no existía “amenaza creíble” contra la ciudad, escenario de los ataques del 11 de septiembre de 2001 que dejaron unos 3.000 muertos.
Este año el programa incluyó presentaciones de las artistas estadounidense Demi Lovato, rusa Daya y británica Jessie J, quien además fue la encargada de cantar la célebre “Imagine” de John Lennon poco antes de medianoche, otra tradición en Times Square.
“Estoy tan feliz. La celebración de Nueva York en Times Square es famosa en el mundo entero. Por ello decidí venir y verla por mí mismo. Deseo paz para todo el mundo”, dijo Saad, que viajó desde Arabia Saudita.
El show, de seis horas de duración, contó con una boda en vivo, considerada la primera de Estados Unidos para 2016, pedidos de matrimonio y mensajes de responsables y artistas.