Redacción Ciencia, 7 mar (EFE).- Un equipo científico ha constatado por primera vez que una especie de anfibio con aspecto de gusano que pone huevos alimenta a sus crías con una sustancia parecida a la leche, rica en lípidos.
El hallazgo se publica en la revista Science y se trata de un comportamiento no observado hasta ahora. Según los autores, ofrece nuevas perspectivas sobre el cuidado parental y la comunicación de esta especie.
Entre los vertebrados, el vitelo embrionario suele ser la única inversión nutricional que ofrecen las madres para alimentar a sus crías.
Sin embargo, algunas especies han desarrollado comportamientos de cuidado parental que implican la producción y el suministro de alimentos especializados, como la producción de leche rica en lípidos en los mamíferos.
Durante mucho tiempo se consideró que alimentar a las crías con leche rica en nutrientes era un rasgo exclusivo de estos últimos.
Sin embargo, se ha documentado que varias especies no mamíferas, entre ellas las arañas, producen nutrientes para alimentar a sus crías de forma funcionalmente similar a la leche de los mamíferos, recuerda la revista.
El equipo de Pedro Mailho-Fontana, del Instituto Butantan (Brasil), describe ahora un comportamiento de aprovisionamiento de ‘leche’ no observado hasta ahora en una especie de anfibio cecilia que pone huevos.
Al estudiar el singular comportamiento de alimentación cutánea de ‘Siphonops annulatus’, una cecilia nativa de Brasil, los investigadores observaron que las crías también consumían un material segregado por la cloaca de la madre.
Según los hallazgos, ‘S. annulatus’ produce un recurso rico en lípidos y carbohidratos en glándulas situadas dentro de las paredes del oviducto (que los autores denominan leche) y se lo da a las crías varias veces a lo largo del día, y aparentemente en respuesta al tacto físico y a señales sonoras de las crías.
Este tipo de comunicación entre progenitores y crías no se conoce en ningún otro anfibio, confirman los autores del estudio, que explican que este aprovisionamiento se produjo aproximadamente dos meses después de la eclosión y contribuyó al rápido crecimiento de las crías.
“Nuestros datos sugieren lactancia en esta especie ovípara no mamífera y amplían el conocimiento sobre el cuidado parental y la comunicación en cecilias”, escriben los autores en su artículo.
El estudio de Mailho-Fontana abre nuevas áreas de investigación para las cecilias y para la biología de los anfibios en general, escribe por su parte Marvalee Wake, de la Universidad de California, en un escrito relacionado en la misma revista.
“También proporciona un enfoque ampliado para investigar la evolución de los modos de reproducción derivados en el sentido más amplio, y para comprender mejor aspectos clave de la biología evolutiva”. EFE