Ultraderechistas en Parlamento alemán: ¿Quién se sentará a su lado?

Por Anne-Beatrice Clasmann y Almudena de Cabo (dpa)

¿Quién se sentará al lado de los ultraderechistas de Alternativa para Alemania (AfD) en el Parlamento alemán? Los diputados se afanan desde hace más de dos semanas para ver cómo evitar sentarse cerca de la que es la tercera fuerza política del país y cómo hacer frente a sus envites dialécticos.

Después de meses de enfrentamientos a través de los medios de comunicación o en la campaña electoral de los pasados comicios generales del 24 de septiembre, los miembros de AfD se sentarán finalmente por primera vez en el Bundestag a partir del 24 de octubre, cuando tenga lugar la primera sesión del nuevo Parlamento.

Los diputados de AfD ya han acudido en tres ocasiones al Parlamento. Sin embargo, hasta ahora se han tratado de reuniones de la nueva fracción que han tenido lugar en otras partes del Bundestag. Como tarde, a finales de octubre los 92 diputados de AfD ocuparán sus asientos en el hemiciclo del emblemático edificio de Berlín.

El partido liberal (FDP), que entró de nuevo en el Parlamento tras cuatro años de ostracismo político después de quedar por debajo del mínimo cinco por ciento en las anteriores elecciones, no quiere sentarse entre la bancada conservadora de la canciller Angela Merkel y AfD en el lado de la derecha, sino más en el centro. También está abierto aún el reparto de las salas en las que los grupos mantienen sus reuniones regulares. Este viernes se vuelven a reunir representantes de los partidos políticos en un nuevo intento por lograr un acuerdo en el reparto de los asientos en el hemiciclo.

Los diputados de los 13 Parlamentos regionales en los que los ultraderechistas de AfD ya cuentan con representación aconsejan a sus correligionarios en Berlín actuar con cortesía y al mismo tiempo mantener la distancia. También les aconsejan seguir siendo objetivos a pesar de los ataques personales y provocaciones verbales de las que serán objeto por parte de AfD, algo que será un verdadero desafío.

En Sajonia, la diputada del partido poscomunista La Izquierda Juliane Nagel se alza como la diana preferida de AfD. “¿Juliane Nagel está completamente atontada?”, escribió AfD. Nagel recomienda a los diputados del Bundestag “una clara respuesta cuando se sobrepasen las líneas rojas de la dignidad humana y de la democracia”. Es importante que “se distinga bien entre el escándalo teatral y la verdadera ruptura de tabúes”, indica.

Al igual que La Izquierda en Sajonia, la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel se sienta con AfD en el banco de la oposición en el Parlamento regional de Turingia. El presidente de la fracción parlamentaria de la CDU allí, Mike Mohring, describe así su principio: “Demarcarlos claramente, pero no marginarlos”. Él trata a los colegas de AfD de manera profesional, pero no quedaría con ellos a tomar una cerveza. “Les saludo cordialmente y ya está. También lo hago así con los diputados de La Izquierda”, agrega.

Para Mohring es importante que el Bundestag no cambie nada sus reglas para mantener alejados a los 92 diputados de AfD. “Un comportamiento normal les quita el estatus que les gustaría tener, el de mártires”, comenta.

Sin embargo, existen diversas posiciones sobre cómo mantener a raya a los ultraderechistas dentro del Bundestag, que será el mayor de la historia con 709 diputados. Albrecht Pallas, experto en materia de Interior de los socialdemócratas (SPD) en el Parlamento de Sajonia, explica que la fracción del SPD “no salta ante cada cosa, pero reacciona muy claramente ante provocaciones especialmente extremas”.

Mientras, el presidente del grupo parlamentario del FDP en el Parlamento de Stuttgart, Hans-Ulrich Rülke, aboga por un “comportamiento correcto”, pero evitando el contacto personal bajo la máxima: “No debo beber una cerveza con esta gente”.

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