San José, 3 oct (elmundo.cr) – Según informó El País de España, el médico de la Casa Blanca, Sean P. Conley, aseguró durante la rueda de prensa de este sábado que el presidente “estaba yendo muy bien” y se sentían “extremadamente felices” por su evolución.
Sin embargo, una fuente cercana de la Casa Blanca, citada de forma anónima por la mayor parte de medios pero que Associated Press (AP), identificó como el jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, dio una versión más negativa, afirman que Meadows dijo que la jornada del viernes había resultado “muy preocupante y que las próximas 48 iban a ser críticas. No estamos aún en un camino claro hacia la recuperación”, rezaba la declaración completa.
El médico Conley afirmó también que “Trump no había tenido fiebre desde el viernes por la mañana, que no había sufrido problemas para respirar en ningún momento y que no estaba recibiendo oxígeno suplementario”.
A pesar de las múltiples preguntas de los medios sobre si en algún momento del tratamiento había requerido ese apoyo para respirar, se negó a responder. Horas después, una fuente anónima citada por AP indicó que sí había necesitado oxígeno el viernes en la Casa Blanca, antes del traslado al hospital.
Trump informó que dio positivo por COVID-19, a través de su cuenta de Twitter, en la madrugada del viernes después de que se confirmara el positivo de Hope Hicks, una colaboradora con quien había viajado a varios actos públicos por todo el país.
