Washington, 10 abr (elmundo.cr) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles un decreto que revoca las regulaciones sobre el flujo de agua en los cabezales de ducha.
“Me gustaría darme una buena ducha para cuidar mi precioso pelo”, justificó Trump desde la Casa Blanca. El decreto, titulado “Mantener una presión de agua aceptable en las duchas”, busca, según la administración, “liberar a los estadounidenses de las regulaciones excesivas”.
El decreto elimina las normas que limitan la cantidad de litros por minuto que pueden fluir de los cabezales de ducha. La Casa Blanca argumenta que estas regulaciones convierten “un objeto casero básico en una pesadilla burocrática” y que los estadounidenses “deben ser libres de elegir sus cabezales de ducha sin intromisiones federales”. El gobierno de Trump considera que las regulaciones de la era Obama-Biden forman parte de una “guerra contra las duchas”.
La nueva normativa ordena al secretario de Energía anular la definición de “cabezal de ducha” establecida durante los gobiernos de Obama y Biden. “El exceso de regulación ahoga la economía estadounidense y asfixia la libertad personal”, sostiene la Casa Blanca. Trump se ha quejado en repetidas ocasiones de la baja presión del agua en las duchas, argumentando que le toma “15 minutos” mojarse completamente.
La ley federal de energía ha regulado el flujo de agua en los cabezales de ducha por más de tres décadas. El gobierno de Obama ajustó las restricciones para aplicarlas a todo el cabezal, incluyendo aquellos con múltiples boquillas. Trump, en su primer mandato, relajó la medida, pero la administración Biden la revirtió en 2021. La Casa Blanca de Trump critica la extensión de la regulación de Biden, que, según alegan, “tenía la asombrosa cifra de 13.000 palabras”.
Esta no es la primera vez que Trump se enfoca en regulaciones relacionadas con el agua. Durante su primer mandato, ordenó una revisión de las normas de eficiencia hídrica en los accesorios de baño, incluyendo las cisternas de los inodoros. Estas regulaciones, según la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA), permitían a una familia promedio ahorrar 380 dólares en costos de agua al año.
