El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el viernes que tres de sus funcionarios del gabinete se reunirán con representantes de China en Londres el 9 de junio para discutir asuntos comerciales, en medio de la guerra arancelaria. La noticia llega tras semanas de escalada bilateral. Una retórica que afectó incluso a los estudiantes chinos en Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes a través de su red social Truth Social que el próximo lunes, 9 de junio en Londres, tres miembros de su Gobierno discutirán acerca de un eventual acuerdo comercial con funcionarios chinos.
“Me complace anunciar que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, el secretario de Comercio, Howard Lutnick y el representante comercial de Estados Unidos y embajador, Jamieson Greer, se reunirán en Londres el lunes 9 de junio de 2025 con representantes de China, con relación a un acuerdo comercial. La reunión debería ir muy bien. ¡Gracias por su atención a este asunto!”, afirmó el republicano.
La programación de la reunión se produce un día después de que Trump hablara con el presidente chino, Xi Jinping, en una rara llamada entre líderes en medio de semanas de crecientes tensiones comerciales y una batalla por minerales críticos.
El 12 de mayo, los países llegaron a un acuerdo de 90 días para reducir algunos de los aranceles de tres dígitos que se habían impuesto mutuamente desde la investidura de Trump en enero.
Aunque las acciones subieron, el acuerdo temporal no abordó preocupaciones más amplias que tensionan la relación bilateral, desde el tráfico ilícito de fentanilo hasta el estatus de Taiwán gobernado democráticamente y las quejas de Estados Unidos sobre el modelo económico de China, dominado por el Estado e impulsado por las exportaciones.
Un acercamiento entre dos potencias rivales
Según el presidente estadounidense, la conversación entre él y el presidente chino, Xi Jinping, duró cerca de hora y media. Ambos mandatarios lideran las economías más grandes del mundo y han mantenido una relación por momentos tensa, con medidas y contramedidas adoptadas de lado y lado que han escalado desde que Trump lanzó una guerra económica con la imposición de aranceles a más de 180 países.
Estados Unidos tiene un enorme déficit comercial con China, que aumentó durante 2024. Este desbalance es una importante fuente de conflicto político y económico entre ambos gobiernos. En abril, Trump anunció aranceles adicionales a muchos productos de origen chino del 145%. Rápidamente, Beijing respondió con aranceles de 125% a productos estadounidenses.
Tras las conversaciones del mes pasado, ambas partes acordaron una tregua. El 12 de mayo acordaron que Estados Unidos reducirá los aranceles adicionales que impuso a las importaciones chinas del 145% al 30% durante90 días, mientras que los aranceles chinos a las importaciones estadounidenses caerán del 125% al 10%.
China es el principal productor y exportador de tierras y minerales raros del mundo, controlando el 70% del mercado mundial, y habría usado una estrategia de ralentizar las aprobaciones de exportación de minerales críticos, afectando las capacidades de manufactura estadounidense. Se cree este es el motivo detrás del nuevo acercamiento.
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino indicó que Trump fue quien inició la llamada.
Xi dijo a Trump que las dos partes deben “tomar el timón y fijar el rumbo correcto” y “alejarse de las diversas perturbaciones y disrupciones”, según el comunicado del ministerio. Durante la llamada del jueves, Xi invitó también a Trump y a la primera dama a visitar China.
Xi pidió a Trump que “eliminara las medidas negativas” que Estados Unidos ha tomado contra China. Mientras que Trump habría afirmado que a los estadounidenses les agradan los estudiantes chinos, pese a que el mandatario ha prometido revocar visados a muchos de ellos.
Con Reuters, AP, AFP, EFE y medios locales.