Roma, 11 sep (elmundo.cr) – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha puesto hoy en marcha un Plan de respuesta de emergencia para los medios de vida , cuyo objetivo es combatir la creciente inseguridad alimentaria que afronta el Sudán facilitando a las comunidades semillas de emergencia y kits para el tratamiento del ganado, así como ayuda y equipos veterinarios y pesqueros.
El Plan se suma a la labor de la FAO para abordar las vulnerabilidades extremas desencadenadas por el conflicto en curso en las comunidades de pequeños agricultores, pastores y pescadores. Es un complemento de la campaña de distribución de semillas de emergencia recientemente llevada a cabo. Esta iniciativa ayudó a los agricultores a maximizar la producción de cereales, evitar el agotamiento de activos y promover la diversificación de semillas. La producción prevista para la próxima cosecha de 2023 contribuirá a cubrir las necesidades de cereales de entre 13 y 19 millones de personas.
“Millones de personas en todo el Sudán libran una batalla por la supervivencia en tanto que la crisis de la seguridad alimentaria empeora”, señaló el Sr. Hongjie Yang, Representante de la FAO en el Sudán. “Este plan de respuesta de emergencia tiene como objetivo proporcionar a las familias de agricultores, pastores y pescadores los elementos básicos necesarios para que no se detenga la producción y puedan alimentarse y alimentar a sus comunidades”.
Semillas, animales y campañas de vacunación del ganado
En el marco del plan y con el fin de prestar apoyo a un total de 10,1 millones de personas, los hogares más necesitados recibirán semillas de calidad certificadas (caupí, maní, mijo, ocra y sorgo) para la temporada estival de 2024, y garbanzo, pepino, guandú, tomate y sandía para la temporada invernal de 2023. Los hogares también recibirán formación para la adopción de buenas prácticas agrícolas, como una mejor manipulación de los productos agrícolas tras la cosecha.
Se brindará apoyo a las personas vulnerables que hayan perdido activos productivos mediante la reposición de animales. Esto tendrá como resultado mejoras inmediatas en la seguridad alimentaria y la nutrición, permitiendo a los pastores producir de cuatro a cinco litros de leche al día.
De manera crucial, en un contexto de conflicto, el plan de la FAO apoyará la ejecución de campañas de vacunación masiva para proteger a seis millones de ovejas, cabras y cabezas de ganado contra las enfermedades más prevalentes y devastadoras, como la peste de los pequeños rumiantes, la viruela ovina y caprina y la fiebre aftosa.
Asimismo, la FAO pretende prestar asistencia a 50 000 personas (10 000 hogares de pescadores) mediante el suministro de insumos para la pesca (como embarcaciones y artes de pesca) y la provisión de la formación conexa, a fin de garantizar el acceso regular a alimentos de calidad ricos en proteínas y mantener la funcionalidad de las economías locales.
Gran parte del apoyo a los hogares de agricultores y cuidadores de ganado más vulnerables se prestará mediante una mezcla entre asistencia monetaria no condicionada y paquetes de insumos de subsistencia (semillas, herramientas, etc.), junto con actividades de formación. Esto ayudará a combatir la circunstancia de que durante la temporada seca, que va desde noviembre a mayo, los agricultores que practican la agricultura de secano se enfrentan a una “época de hambre”, mientras que las comunidades de pastoreo lidian con la escasez de agua, la disminución de pastizales y el debilitamiento de la salud de los animales, lo que da lugar a dificultades económicas y a un descenso en los patrones de consumo alimentario.
Necesidades de financiación para la ejecución
Para ejecutar el plan en los próximos 12 meses y llegar a los agricultores, pastores y pescadores de los 17 estados del Sudán con mayor inseguridad alimentaria a los que va dirigido, la FAO necesitará 123 millones de USD.
La FAO alertó el mes pasado sobre la gravedad de la rampante crisis alimentaria en el Sudán. Según las últimas previsiones de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), más de 20,3 millones de personas, que representan más del 42 % de la población del país, experimentarán niveles altos de inseguridad alimentaria aguda (Fase 3 o superior de la CIF) entre julio y septiembre de 2023, cifra que casi duplica la de mayo de 2022. Casi 14 millones de personas padecen hambre aguda en grado de crisis (Fase 3 de la CIF) y casi 6,3 millones, hambre aguda en grado de emergencia (Fase 4 de la CIF). Puede consultarse más información sobre el sistema CIF de clasificación de la seguridad alimentaria aquí.
La violencia en curso ha provocado el desplazamiento de más de 3,8 millones de personas en todo el país y ha obligado a más de 960 000 personas a buscar refugio en países vecinos.
