Roma, 3 oct (VOA) – Sobrevivientes de abusos sexuales cometidos por el clero presentaron el lunes una propuesta de nueva ley eclesiástica que pide la expulsión permanente de los sacerdotes abusadores y de los superiores que los encubrieron, al tiempo que intensificaron su indignación por la elección del papa Francisco para dirigir la oficina vaticana que investiga los delitos sexuales.
El grupo de defensa mundial End Clergy Abuse dio a conocer el proyecto de ley en una conferencia de prensa tras días de protestas alrededor del Vaticano, y antes de presentar sus quejas a la ONU en Ginebra. Pretenden llamar la atención sobre el escándalo en curso en la Iglesia católica y el fracaso de Francisco y de la jerarquía a la hora de cumplir años de promesas de “tolerancia cero” hacia los abusos sexuales.
En concreto, los sobrevivientes han expresado su asombro por el nombramiento por parte de Francisco de un viejo amigo y teólogo, el cardenal Víctor Fernández, para ocupar el cargo de prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, dado el historial de Fernández en la gestión de casos como obispo en su Argentina natal.
Cuando Fernández era obispo de La Plata, Argentina, se negó a destituir rápidamente a uno de sus sacerdotes, Eduardo Lorenzo, acusado en repetidas ocasiones de abusar de adolescentes. Diez años después de que una víctima lo denunciara por primera vez, y horas después de conocer que un juez argentino había ordenado su detención, Lorenzo fue hallado muerto en 2019 en lo que se consideró un suicidio. Fernández había estado al lado de Lorenzo y ofició su funeral.
La oficina del Vaticano que ahora dirige Fernández ha procesado casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes en todo el mundo desde 2001, imponiendo castigos eclesiásticos que nunca son más severos que la expulsión del sacerdocio o la “reducción” a la condición de laico. Tras los duros años del difunto Papa Benedicto XVI, que expulsó a casi 850 sacerdotes en una década, en los últimos años la oficina parece haber adoptado un enfoque más indulgente a medida que se sucedían los casos en todo el mundo.