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Sistemas agrícolas genuinos de Túnez se incluyen en el patrimonio agrícola mundial

©FAO/Abdelhakim Aissaoui
©FAO/Abdelhakim Aissaoui

Roma, 15 jun (elmundo.cr) – Los sistemas agrícolas tradicionales Ramli en las lagunas de Ghar El Melh y los jardines colgantes de Djebba El Olia, han sido reconocidos como Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), una designación que gestiona la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Es la segunda vez que Túnez logra un reconocimiento de SIPAM, tras los oasis de Gafsa en 2011.

Ambos sitios dan testimonio de los fuertes vínculos entre los cultivos y el ecosistema natural y la fauna y flora locales, a la vez que promueven custodiar los conocimientos tradicionales y proteger la biodiversidad. Su reconocimiento como sitios SIPAM animará a las comunidades locales a conservar mejor su patrimonio para las generaciones futuras.

Prácticas agrícolas Ramli en Ghar El Melh

Ramli -que significa en árabe “sobre arena”-, son prácticas agrícolas que consisten en cultivar sobre sustratos arenosos. Estos huertos -únicos no sólo en Túnez sino en el mundo- fueron creados en el Siglo XVII por la población llegada a la zona tras su expulsión de Al-Andalus, para hacer frente a la falta de tierras cultivables y de agua dulce.

Estas ingeniosas prácticas se basan en un sistema de irrigación pasiva en el que las raíces de las plantas se alimentan durante toda la temporada con el agua de lluvia almacenada, que flota en la superficie del mar gracias al movimiento de las mareas.

Los conocimientos tradicionales preservados a lo largo de siglos permiten a los agricultores cuidar las parcelas en la laguna, manteniendo el suministro preciso de arena y materia orgánica para que los cultivos se desarrollen hasta la altura adecuada, lo que permite que las raíces se rieguen con agua dulce y no se vean afectadas por el agua salada.

Los setos de árboles frutales y arbustos en el cordón litoral de la laguna protegen las parcelas cultivadas del viento y del agua de mar, ayudan a frenar la evaporación y fijan la arena. Este sistema heterogéneo permite cultivar durante todo el año sin suministro adicional de agua, incluso en períodos de sequía.

Hoy en día, la pesca y la agricultura son las principales actividades de subsistencia en la zona. Las explotaciones de Ghar El Melh son pequeñas (el 81 por ciento tiene menos de 5 ha) y su producción primaria “en Ramli” incluye papas, frijoles y cebollas “.

Lea más sobre el sistema de Ramli aquí.

Los jardines colgantes de Djebba El Olia

Situados en las alturas del Monte el Gorrâa, los huertos de Djebba el Olia forman un sistema agroforestal genuino. A una altitud de 600 metros, los campesinos han podido modelar este paisaje montañoso para su mayor aprovechamiento, integrando la agricultura en terrazas derivadas de formaciones geológicas naturales o construyéndolas con muros de piedra.

Reforzados por un eficiente sistema de riego, estos “jardines colgantes” son ejemplos de una agrosilvicultura innovadora y resiliente que permite cubrir las necesidades alimentarias de las comunidades locales durante todo el año. Gracias a la preservación de los bosques de altitud y a la variedad de especies del estrato arbóreo de los huertos, Djebba El Olia se beneficia de un microclima particular.

Basado en prácticas que combinan agrosilvicultura y agroecología, las higueras son la base de un sistema de policultivos variado y resiliente, apoyado por ganadería extensiva. Además de los higos, en los huertos se produce gran número de hortalizas, legumbres y frutas, entre ellas plantas solanáceas (tomate, pimiento), así como calabaza, haba, cebolla, fríjol y papa.

La cría de ganado es también parte importante de la biodiversidad del sitio, en particular la raza local de ovejas Black Thibar, adaptada a los terrenos escarpados, y las vacas Brown Atlas, conocida por su robustez y resistencia.

Los huertos se ven favorecidos por los bosques cercanos, ya que las especies de flora y fauna silvestres garantizan que los polinizadores silvestres también apoyen la biodiversidad. El arte de manejar las especies cultivadas y silvestres es la base de los conocimientos tradicionales empleados en el sitio. Los higos etiquetados con la DOC de Djebba, las frutas y frutos secos y los productos elaborados (mermeladas) son muy apreciados por su calidad tanto a nivel local como en el extranjero, y representan una importante fuente de ingresos.

Más información sobre los huertos de Djebba El Olia aquí.

Sobre el programa SIPAM

Tras añadirse los dos sitios de Túnez, el número total de SIPAM en el mundo alcanza los 61 en 22 países. Este programa emblemático de la FAO da visibilidad a sistemas singulares que las comunidades rurales han ido desarrollando a lo largo de generaciones para fomentar la seguridad alimentaria, medios de vida viables, ecosistemas resilientes y niveles elevados de biodiversidad, contribuyendo al mismo tiempo a la creación de paisajes excepcionales.

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