Fráncfort/Berlín, 29 oct (dpa) – Inmediatamente después de la medianoche, el sindicato IG Metall inició la primera oleada de huelgas en unas 370 empresas de la industria metalúrgica y electrónica del país.
Cerca de 71.0000 trabajadores protestaron a lo largo del día, según el comité ejecutivo del sindicato en Fráncfort. Como todavía no se ha llegado a un acuerdo en la tercera ronda de negociaciones salariales regionales en Kiel y Hannover, el sindicato tiene intención de continuar sus acciones este miércoles.
Ya hubo manifestaciones multitudinarias con miles de participantes en Kiel, en la sede de Ford en Colonia y en la de Porsche en Stuttgart, una de las capitales alemanas del automóvil. En Ingolstadt, unos 5.000 aprendices para metalúrgico de toda Baviera se manifestaron a favor de un aumento de su salario de 170 euros (183 dólares) al mes. IG Metall exige un aumento salarial del 7% para todos los demás empleados.
Las huelgas y las negociaciones se ven ensombrecidas por los drásticos planes de reducción de costes del gigante automotor Volkswagen. Según el comité de empresa de la automotriz, el cierre de fábricas, los despidos masivos y los recortes salariales están en la agenda del Consejo de Administración del mayor fabricante de automóviles de Europa, que inicialmente no confirmó los detalles de los planes.
La crisis del mayor fabricante de automóviles de Alemania es otro de los temas de la cumbre del sector prevista para hoy en la Cancillería.
Durante la noche se produjeron manifestaciones en la planta de Volkswagen en Osnabrück, una de las que se señalaron como condenada al cierre, entre otras. Un portavoz de IG Metall en la ciudad del noroeste de Alemania anunció que 250 empleados estuvieron en la planta durante la noche.
Nadine Boguslawski, la nueva representante del sindicato IG Metall en las negociaciones salariales, se dirigió a los empleados de la fábrica de Volkswagen, que cuenta con unos 2.500 empleados y no está cubierta por el convenio salarial interno de Volkswagen, que aún está sujeto a una obligación de concordia hasta finales de noviembre.
Otro punto neurálgico fue el centro de transmisiones de Saarbrücken del proveedor automovilístico ZF, que anunció recientemente recortes de plantilla. Poco después de medianoche, unas 2.500 personas se reunieron allí para una manifestación seguida de un mitin.
De aquí a finales del año que viene se suprimirán 1.800 puestos de trabajo. En toda Alemania, los recortes anunciados por el grupo afectarían a 14.000 puestos de trabajo en Alemania en los próximos cuatro años.
El negociador jefe de IG Metall, Thorsten Gröger, habló en la factoría del fabricante de baterías Clarios, en Hannover. Según un comunicado del sindicato, unos 200 empleados se manifestaron allí en una acción nocturna.
“No entramos en conflicto por entrar en conflicto. Se trata de proteger los intereses legítimos de nuestros miembros”, dijo Gröger.
El principal argumento de IG Metall a favor de importantes aumentos salariales es la falta de poder adquisitivo de los empleados tras años de elevada inflación.
En las negociaciones, el sindicato exige un 7% más de salario en el plazo de un año, mientras que la patronal metalúrgica ha ofrecido un 3,6% en un periodo de 27 meses. El primer tramo, del 1,7%, entraría en vigor en julio de 2025. Las empresas se escudan en la debilidad de las cifras de producción y la falta de pedidos.
La tercera ronda de negociaciones salariales regionales comenzará hoy en Kiel y Hannover, capitales de los norteños estados federados de Schleswig-Holstein y Baja Sajonia, respectivamente.
La negociadora de la patronal del sector Nordmetall, Lena Ströbele, hizo un llamamiento a los sindicatos para alcanzar un acuerdo rápido. Una mejor situación económica no puede “conseguirse con una huelga”, argumentó.
Tanto la patronal como los sindicatos tienen la responsabilidad de crear una solución justa con seguridad de planificación a largo plazo para todos los implicados, agregó.
Las negociaciones en Hannover duraron menos de una hora. El negociador jefe de la patronal de Baja Sajonia, Wolfgang Niemsch, se mostró decepcionado: “La estoica adhesión a las reivindicaciones una vez planteadas, apuntalada por las primeras huelgas, no se corresponde con la naturaleza de la negociación colectiva. Sobre todo cuando una de las partes ya ha puesto una oferta sobre la mesa”.
La serie de negociaciones salariales regionales continuarán en este miércoles, y le seguirán el jueves Baden-Wurtemberg, Renania del Norte-Westfalia y Alemania Central (Hessen, Renania-Palatinado y Sarre).