Rusia ha creado la primera vacuna COVID-19 del mundo, se espera el registro la próxima semana

Moscú, 7 ago (elmundo.cr) – El Centro Gamelei de Moscú podría registrar la primera vacuna contra el coronavirus del mundo el 12 de agosto, según informó el viceministro de salud de Rusia, Oleg Gridnev.

Los trabajadores médicos y los ancianos tendrán prioridad para la inmunización.

El Ministerio de Salud iniciará un programa de vacunación masiva a nivel nacional para comenzar en octubre, todos los gastos serán cubiertos por el gobierno.

“El registro de la vacuna desarrollada en el Centro Gamelei tendrá lugar el 12 de agosto”, dijo Gridnev a periodistas en Ufa el viernes por la mañana, según lo citado por RIA Novosti.

“Ahora la última etapa, la tercera, está en marcha. Esta es la parte de prueba y es extremadamente importante. Tenemos que entender que la vacuna en sí misma debe ser segura”, agrega.

El Ministerio de Salud, en una declaración oficial, aclaró que “los documentos requeridos para el registro de la vacuna desarrollada por el Centro Gamelei, incluidos los datos de los ensayos clínicos, están bajo examen. La cuestión de su registro se decidirá sobre los resultados del examen”.

Los ensayos clínicos de la fórmula comenzaron en la Universidad Sechenov de Moscú el 18 de junio. En un estudio con 38 voluntarios, aprobó protocolos de seguridad. Se observó que todos los que participaron desarrollaron inmunidad a la infección.

La velocidad con la que Rusia ha logrado investigar y aprobar una fórmula ha despertado algunas dudas en Occidente, pero Vadim Tarasov, uno de los principales científicos de Sechenov, dijo que el país tuvo una ventaja ya que ha pasado los últimos 20 años desarrollando habilidades en este campo y tratando de entender cómo se transmiten los virus.

La tecnología detrás de la vacuna rusa se basa en adenovirus, el resfriado común. Creadas artificialmente, las proteínas de la vacuna replican las de Covid-19, desencadenando “una respuesta inmune similar a la causada por el propio coronavirus”, dijo Tarasov. En otras palabras, la inmunización es similar a haber sobrevivido al virus, pero sin sus riesgos mortales.

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