Moscú, 24 jun (elmundo.cr) – Rusia acusó el viernes al jefe mercenario Yevgeny Prigozhin de amotinarse armado después de que alegara, sin aportar pruebas, que el liderazgo militar había matado a un gran número de sus combatientes en un ataque aéreo y prometió castigarlos.
El enfrentamiento, muchos de cuyos detalles no estaban claros, parecía la mayor crisis interna que ha enfrentado el presidente Vladimir Putin desde que ordenó una invasión a gran escala de Ucrania, algo que llamó una “operación militar especial”, en febrero del año pasado.
Cuando el enfrentamiento entre Prigozhin, fundador de la fuerza mercenaria de Wagner, y el Ministerio de Defensa pareció llegar a un punto crítico, el ministerio emitió un comunicado diciendo que las acusaciones de Prigozhin “no eran ciertas y son una provocación informativa”.
Prigozhin dijo que sus acciones no fueron un golpe militar. Pero en una frenética serie de mensajes de audio, en los que el sonido de su voz a veces variaba y no podía ser verificado de forma independiente, pareció sugerir que 25.000 combatientes se dirigían a derrocar a los líderes del establecimiento de defensa en Moscú.
Él dijo: “Aquellos que destruyeron a nuestros muchachos, que destruyeron las vidas de muchas decenas de miles de soldados rusos, serán castigados. Pido que nadie ofrezca resistencia.
“Somos 25.000 y vamos a averiguar por qué está ocurriendo el caos en el país”, dijo, y prometió abordar cualquier puesto de control o fuerza aérea que se interpusiera en el camino de Wagner.
Alrededor de las 2 am del sábado por la mañana, hora de Moscú (2300 GMT), Prigozhin emitió un nuevo mensaje diciendo que sus fuerzas habían cruzado la frontera desde Ucrania y estaban en la ciudad de Rostov, en el sur de Rusia.
Dijo que estaban listos para “ir hasta el final” contra los altos mandos y destruir a cualquiera que se interpusiera en su camino.
Aproximadamente al mismo tiempo, la agencia estatal de noticias TASS citó al portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, diciendo que todos los principales servicios de seguridad de Rusia estaban informando a Putin “las 24 horas del día” sobre el cumplimiento de sus órdenes con respecto a Prigozhin.
La seguridad se estaba reforzando en Moscú, dijo TASS, centrándose en lo que llamó los sitios e infraestructura gubernamentales más importantes de la capital.
Más temprano el viernes, Prigozhin pareció cruzar una nueva línea en su enemistad cada vez más virulenta con el ministerio, diciendo que la justificación del Kremlin para invadir Ucrania se basaba en mentiras inventadas por los altos mandos del ejército.
El servicio de seguridad nacional FSB dijo que había abierto un caso penal en su contra por llamar a un motín armado, un delito punible con una pena de prisión de hasta 20 años.
“Las declaraciones de Prigozhin son, de hecho, llamados al inicio de un conflicto civil armado en territorio ruso y sus acciones son una ‘puñalada por la espalda’ de los militares rusos que luchan contra las fuerzas ucranianas profascistas”, dijo el FSB.
“Instamos a los… combatientes a no cometer errores irreparables, a detener cualquier acción de fuerza contra el pueblo ruso, a no llevar a cabo las órdenes criminales y traidoras de Prigozhin, a tomar medidas para detenerlo”.
