Reportaje

Recortan precios de medicinas para el cáncer en África

Charlie Shoemaker/The New York Times

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Por Donald G. Mcneil Jr.

Nairobi, 19 oct (NYT) — En una notable iniciativa que tiene como modelo la campaña contra el sida en África, dos importantes compañías farmacéuticas, en conjunto con la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer, rebajarán marcadamente en África los precios de los medicamentos para el cáncer.

En el marco del acuerdo, las compañías —Pfizer, con sede en Nueva York, y Cipla, con sede en Mumbai— han prometido cobrar precios bajos en 16 medicamentos comunes de quimioterapia. Se espera que el convenio lleve tratamiento a decenas de miles de personas que, de lo contrario, morirían. Pfizer informó que sus precios estarían apenas arriba de sus costos. Cipla señaló que vendería algunas pastillas en 50 centavos de dólar y algunas infusiones en 10 dólares, una fracción de lo que cuestan en los países ricos.

Además, destacados oncólogos estadounidenses simplificarán los complejos lineamientos ara tratamientos y programadores de IBM incorporarán esos lineamientos en una herramienta en línea disponible para cualquier oncólogo con una conexión a internet.

El cáncer actualmente causa la muerte de 450 mil africanos al año. Para el 2030, cobrará las vidas de casi un millón al año, predice la Organización Mundial de la Salud. Los tipos de cáncer más comunes en África son los más tratables. Pero aquí con frecuencia son letales. En Estados Unidos, el 90 por ciento de las mujeres con cáncer de mama sobrevive cinco años. En Uganda, sólo el 46 por ciento sobrevive; en Gambia, sólo el 12 por ciento.

El acuerdo fue alcanzado por la Sociedad contra el Cáncer, junto con la Iniciativa Clinton de Acceso a la Salud, fundada en el 2002 por el ex Presidente Bill Clinton; IBM; la National Comprehensive Cancer Network (NCCN), una alianza de importantes hospitales estadounidenses dedicados al cáncer, y la Coalición Africana contra el Cáncer, una red de 32 oncólogos en 11 países africanos.

“Tengo una amiga en EU cuya hija tiene cáncer y es increíble el derroche de apoyo que recibió, como juegos especiales de lacrosse y camisetas”, expresó Megan O’Brien, directora de tratamiento global del cáncer de la Sociedad. “No hay nada como eso en África —pero puedo salvar a un niño con leucemia por 300 dólares. Ésa es una enfermedad que tiene un índice de cura del 90 por ciento en EU y una tasa de mortalidad del 90 por ciento en África”.

La mayoría de los países aquí está mal preparado para combatir el cáncer. Los tumores a menudo son mal diagnosticados o incluso adjudicados a la brujería y el 80 por ciento no es detectado hasta que se ha propagado.

En julio, Brenda Nakisuyi, de 17 años, estaba sentada desalentada en un oscuro cuarto en el Kawempe Home Care, un albergue para menores con cáncer en Kampala, Uganda. El linfoma de Burkitt le había abierto la mejilla izquierda, dejando un cráter.

“En nuestro pueblo conocen la malaria, conocen el vih, conocen la tifoidea, pero no conocen el cáncer”, dijo su madre, Florence Namwase. “La gente dijo que Brenda estaba embrujada y empezaron a darle la espalda”.

George Odongo Ogola, de 73 años, un paciente de cáncer de próstata en el Hospital M.P. Shah, en Nairobi, dijo: “lo detectaron en una etapa temprana y me dieron un 99.9 por ciento de probabilidades de que será detenido. Traje a todos mis hijos y sus esposas para que pudieran escuchar esto. Aquí, una vez que te diagnostican cáncer, te tratan como a un muerto”.

Paul Mugumya, un vivaracho niño de 7 años en el albergue Kawempe, tuvo tres operaciones de hernia antes de que los cirujanos se dieran cuenta de que algo más se abultaba en su abdomen, que ahora tiene un tumor en forma de balón de futbol americano con ampollas del tamaño de mandarinas sobre éste.

Las víctimas pueden ser demasiado pobres para viajar para recibir tratamiento. Los pacientes que llegan a hospitales urbanos a menudo duermen en parques entre cada infusión diaria o mientras esperan resultados de biopsias. “Cuando no estás bien y duermes bajo los árboles, ¿realmente puedes descansar?”, preguntó Proscovia Mutesi, de 50 años y ex secretaria de una escuela que perdió un ojo y parte de la quijada debido al cáncer.

Sentada en una cama en la Fundación de Caridad del Cáncer, un albergue para adultos en Kampala, relató una batalla de siete años para retardar el tumor que le carcomía el rostro. Algunos años lograba reunir 110 dólares para un tratamiento de quimioterapia u 85 dólares para radiación. “Pero otros años no tenía ni un centavo”, dijo. “Y luego la máquina de radiaciones se descompuso”.

Si hay poco tratamiento, se debe en parte a que hay muy pocos especialistas en cáncer. Etiopía, uno de los seis países cubiertos por el acuerdo, cuenta con sólo cuatro oncólogos para sus 100 millones de ciudadanos. Nigeria tiene unos 40 para sus 186 millones de habitantes. Uganda cuenta con sólo 16 oncólogos y su único aparato de radioterapia —del que dependía Mutesi— tiene más de un año de estar descompuesto.

Los medicamentos que Pfizer y Cipla venderán tienen mucho de utilizarse para quimioterapia y están disponibles como genéricos. “Estos 16 medicamentos no serán suficientes —son más o menos de la mitad del rango que necesitamos”, dijo Moses Kamabare, gerente general de National Medical Stores de Uganda, la división de compras del Ministerio de Salud. “Sin embargo, en términos de valor, representan casi el 75 por ciento de nuestro presupuesto actual de oncología. Así que estamos realmente agradecidos por la oportunidad de obtener mejor calidad a un mejor precio”.

El acuerdo inició cuando O’Brien convenció a la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer para que otorgara a la Iniciativa Clinton de Acceso a la Salud una subvención para estudiar el mercado y contactar a las compañías farmacéuticas. La Iniciativa, conocida como CHAI, no ha trabajado previamente en el cáncer, pero tiene experiencia negociando bajos precios para medicamentos y superando obstáculos como regulaciones, corrupción y escasez de camiones refrigerados para entregas.

Los oncólogos en África no pueden especializarse; cada uno debe tratar cáncer óseo, cervical, leucemia y demás. Pero los protocolos de tratamiento son más de lo que cualquier doctor puede memorizar. Así que O’Brien reclutó a la National Comprehensive Cancer Network, que reúne especialistas de 27 hospitales de EU, para que redactara los lineamientos y los publicara en línea para su uso en todas partes.

Robert W. Carlson, director ejecutivo de esta alianza, dijo que los miembros recibían con agrado la oportunidad porque muchos médicos africanos hacen sus residencias en EU o Europa y luego se quedan. “Una gran razón de la fuga de cerebros es que los doctores se agotan y se frustran, porque no pueden proporcionar el cuidado que saben que deberían”, dijo. “Esto debe levantar la moral”.

“En EU, desde los 60, hemos convertido al cáncer de esta enfermedad intimidante e inevitablemente mortal en algo que se puede combatir”, dijo O’Brien. “Ese triunfo humano aún no ha cruzado la frontera a África”.

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