Por Sandra Trauner (dpa)
Wiesbaden (Alemania)/Londres, 16 oct (dpa) – Las personas en Alemania son cada vez más longevas debido, entre otras cosas, a los avances en la medicina, un buen sistema de salud y también un estilo de vida más sano en lo que respecta a la alimentación y el ejercicio.
Los expertos también observan también este efecto en la llamada probabilidad de muerte, que indica en una escala del 0 al 1 cuán alto es el riesgo de morir en un año determinado. Sin embargo, nuevos estudios señalan que estos avances se están ralentizando.
Cuanto mayor la edad, más alto es en promedio el riesgo de muerte en Alemania. Para calcular la probabilidad de muerte se comparan las muertes de un año con las personas vivas de ese año. De esta forma se puede calcular la esperanza de vida con ayuda de las llamadas tablas de mortalidad.
Un estudio de la Bayes Business School de Londres analizó las tasas de mortalidad de las personas de entre 50 y 95 años. Los investigadores examinaron los patrones de las tasas de mortalidad en 21 países de renta alta durante un periodo de 50 años (1960 y 2010) y los compararon con los datos actuales.
Los resultados mostraron que la probabilidad de morir está evolucionando de forma menos favorable que hace unas décadas.
Esto es especialmente evidente entre las mujeres alemanas: la mejoría promedio de su probabilidad de morir cayó del 2,4 por ciento anual (1991-2000) a un uno por ciento (2011-2017). En el caso de los hombres alemanes, la tasa de mejora cayó del 2,2 por ciento al 1,23 por ciento en el mismo periodo desde 2011.
Alemania obtuvo -junto con el Reino Unido y Taiwán- una de las peores puntuaciones en la medición de los índices de mejora de la mortalidad media. De los 21 países con condiciones de vida comparables estudiados, Alemania ocupa el puesto 18 para las mujeres y el 20 para los hombres.
Para Steven Haberman, profesor de Ciencias Actuariales de la Bayes Business School, en el Reino Unido, estos resultados negativos representan una “tendencia alarmante”.
El artículo enumera algunas hipótesis de por qué el descenso de la probabilidad de muerte en muchos países no está cumpliendo con las expectativas. “¿Ha aumentado demasiado la edad de jubilación? La respuesta podría ser afirmativa”, escribe Haberman.
Otras razones podrían ser que hay cada vez hay más diabetes y obesidad en los países industrializados, que el número de fumadores no sigue disminuyendo, que la tasa de personas con colesterol alto es constante. Además, hay un aumento de las tasas de mortalidad por demencia y enfermedad de Alzheimer.
Sin embargo, también podrían estar influyendo factores sociales. Según los autores, la desigualdad de las tasas de mortalidad entre los distintos grupos socioeconómicos aumentó en muchos países. La mayor mortalidad en los grupos socialmente más débiles arrastra hacia abajo el desarrollo general.
De acuerdo con el Instituto Federal de Investigación Demográfica (BiB), Alemania lleva mucho tiempo a la zaga entre los países de renta alta. Pavel Grigoriev, director del grupo de investigación sobre mortalidad, considera que existe “desde hace tiempo una brecha sanitaria entre los países más exitosos y Alemania”.
Según Grigoriev, esta “desventaja en la longevidad” de los alemanes se debe principalmente a un grupo poblacional, el de los adultos justo antes de la edad jubilatoria (55-64 años). “Este grupo, así como el de mayores de 65 años, es el que más contribuye a la desventaja”, afirmó el investigador de la mortalidad.
El especialista señala que el principal factor de diferencia entre Alemania y otros países de renta alta son las enfermedades cardiovasculares. Esto se desprende claramente de los datos sobre las causas de muerte y de los métodos demográficos.
Sin embargo, solo se puede seguir especulando acerca del porqué de esta situación. “Al parecer, el problema radica en la atención médica básica inadecuada y la prevención de enfermedades”, añade.
Las condiciones son realmente buenas. Alemania tiene una economía fuerte, un sistema generoso de seguridad social y un sistema de salud bien equipado. “Es realmente desconcertante que Alemania obtenga una puntuación tan baja cuando cuenta con numerosas ventajas”, asegura.