Proyecto busca ayudar a pequeños estados insulares a adaptarse al cambio climático

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Roma, 17 nov (elmundo.cr) – Al reconocer el impacto desproporcionado que el cambio climático tiene para los pequeños estados insulares en desarrollo (PEID), la FAO planea apoyar a seis países insulares africanos para lograr que su agricultura sea más resiliente a los choques climáticos e impulsar su desarrollo económico.

El proyecto de 1,5 millones de dólares, financiado a través del Fondo Fiduciario de Solidaridad para África, se centrará en una variedad de actividades para mitigar y adaptar la producción a las cambiantes condiciones climáticas y hacer más eficientes en conjunto las prácticas agrícolas.

Los campesinos de Cabo Verde, Comoras, Guinea-Bissau, Mauricio, Santo Tomé y Príncipe y Seychelles se beneficiarán de formación y de intercambio de conocimientos sobre la producción inteligente de alimentos con respecto al clima, así como formas de crear oportunidades comerciales viables para los alimentos nutritivos.

Entre estas prácticas de agricultura climáticamente inteligente figura el uso de una gama de cultivos fáciles de hacer crecer y de alto valor nutricional que permitirán una producción más resiliente en condiciones adversas. Otras iniciativas se centran en formas innovadoras de aumentar la producción alimentaria. Aquí se incluyen la introducción de dispositivos de agregación de peces -conocidos también como imanes del pescado– para atraer más peces a los caladeros y aumentar la disponibilidad de alimentos marinos de gran valor nutritivo en los mercados locales.

En referencia a la comercialización, el proyecto incluye actividades para ayudar a los pequeños productores a identificar oportunidades para ingresar a nichos de mercado de alto valor a través del etiquetado de comercio justoo ecológico, para asegurar que el proyecto sea sostenible. Para promover iniciativas regionales de comercio agrícola, el proyecto se centrará en fortalecer las regulaciones y acuerdos entre importadores y exportadores. El proyecto trabajará también con las autoridades locales para identificar oportunidades a nivel de políticas, incluyendo maneras de estimular una nutrición saludable a través de directrices alimentarias y programas de educación nutricional.

En conjunto, el objetivo del proyecto es aumentar la capacidad de los países -desde el nivel de la granja hasta el normativo- para reducir la doble carga de la malnutrición: combatir la persistencia del hambre, por un lado, y el aumento de la obesidad por otro.

Acción climática mundial

La iniciativa se ha presentado en el marco de la COP22 en Marrakech, una conferencia mundial sobre el clima de la ONU que pretende adoptar medidas para poner en práctica Acuerdo de París sobre el cambio climático del año pasado. Entre ellas se encuentran acciones para contrarrestar el devastador impacto del cambio climático en la agricultura y el agua.

Acabar con el hambre y la pobreza

Existe un amplio consenso sobre que este impacto representa igualmente una amenaza importante para los esfuerzos internacionales para poner fin al hambre y la pobreza.

Los PEID se enfrentan por lo general con altos niveles de desempleo y pobreza y dependen en gran medida de las importaciones para obtener alimentos.

Debido a que los medios de subsistencia de la población en estas naciones insulares dependen en gran medida de la pesca, el turismo y la producción agrícola, el cambio climático tiene el potencial de agravar esta vulnerabilidad y puede malograr los avances en el desarrollo de los últimos años.

Por esta razón, el apoyo continuo de la FAO a los pequeños Estados insulares en África se centra en intervenciones que abordan las vulnerabilidad social, económica y ambiental, al tiempo que impulsan la producción local de alimentos nutritivos.

Fondo Fiduciario de Solidaridad

El Fondo Fiduciario de Solidaridad para África fue lanzado en 2013 como una iniciativa genuina liderada por África para mejorar la agricultura y la seguridad alimentaria en el continente. Con este objetivo, ayuda a los países y organizaciones regionales a erradicar el hambre y la malnutrición, eliminar la pobreza rural y gestionar de manera sostenible los recursos naturales. El Fondo cuenta con contribuciones de Guinea Ecuatorial (30 millones de dólares EEUU), Angola (10 millones de dólares EEUU) y una contribución simbólica de organizaciones de la sociedad civil de la República del Congo.

Desde su creación, el Fondo ha financiado ya 16 proyectos en 38 países, entre los que se incluyen la creación de resiliencia de las comunidades rurales afectadas por conflictos, la reducción de la pobreza rural creando oportunidades de empleo juvenil y la aplicación de mejores prácticas para aumentar la producción agrícola y ganadera.

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