Laura Becquer
La Habana, 1 mar (EFE).- Muchos cubanos, que iniciaron este viernes con el precio de los combustibles quintuplicado (aumento de más del 400%), recibieron la nueva tarifa con dudas sobre cómo harán para comprar gasolina y con la resignación ante un panorama en el que “la cola [para abastecerse] sigue igual”, según contaron a EFE.
“La subida de precios nunca es la solución al problema, ni tampoco elimina las colas. La cola sigue igual”, se lamentó con EFE Eduardo Fernández, mientras señalaba la larga fila en una gasolinera del barrio habanero de Nuevo Vedado, una de las pocas que estaban abasteciendo esta jornada.
La medida estaba prevista originalmente para el 1 de febrero, pero un ciberataque al sistema de pagos digitales de una empresa estatal retrasó por un mes su entrada en vigor.
EFE pudo comprobar que no todas las gasolineras vendían combustible esta mañana. Horas antes, la empresa estatal Cimex advirtió de una interrupción del servicio “necesaria para realizar los procedimientos requeridos para la modificación de precio”.
El incremento forma parte de un gran plan de ajuste que fue presentado en diciembre por el Gobierno cubano con el propósito de “reimpulsar” una economía sumida en una grave crisis, tanto por errores en la gestión –reconocidos por el propio Gobierno-, como por las sanciones de Estados Unidos y los estragos de la pandemia.
La gasolina regular pasó de los 25 pesos actuales a 132 (de 0,21 dólares a 1,1, al cambio oficial para personas físicas). Esto significa que llenar un depósito de 40 litros costará 5.280 pesos (unos 44 dólares), cuando el salario promedio estatal apenas supera los 4.200 CUP (35 dólares).
Esto, en el día a día, representa un problema para cubanos como Fernández, que comentó que “cuando tú lo tiras [comparas] contra la economía familiar, nunca será suficiente el ingreso para mantener un auto manejando”.
“Es verdad que el precio del combustible en Cuba estaba por debajo de los estándares internacionales, pero también el salario de una persona está por debajo de los estándares internacionales”, agregó este filólogo de 57 años.
La vida del cubano se encarece
Este 1 de marzo también entró en vigor la subida en la tarifa de la electricidad, aunque el anunciado incremento del transporte interprovincial (de hasta un 600%) no se aplicará por el momento, como tampoco el aumento del 25% de la balita (cilindro) de gas licuado.
El plan de ajuste contempla, además, una nueva devaluación del peso -todavía en fase de estudio- y el fin progresivo de los subsidios universales a productos para pasar a un sistema de ayudas a personas consideradas vulnerables por el Gobierno.
Los salarios básicos en Cuba se han ido depreciando al tiempo que la inflación ha subido. De igual manera, la moneda local ha perdido terreno frente al dólar en la vida diaria, al ser un refugio para los receptores de remesas ante la inestabilidad.
El ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro, defendió que el Ejecutivo es “consciente” del “impacto inflacionario” del aumento de los precios de los combustibles, pero matizó que hay “un grupo de medidas” para “atenuar” esa situación, según recoge el portal web oficialista Cubadebate.
“El Estado a lo mejor tenía la necesidad de elevar los precios, pero no pensé que fuera a estos niveles”, comentó a EFE Andrés Pérez, otro de los cubanos que este viernes esperaba en una cola para echar gasolina.
Este jubilado del Ministerio del Interior se quejó de la posibilidad de que el alza afecte también los precios de los productos en la calle. “Espero que los que economistas que evaluaron el tema hayan tenido en cuenta que la vida para el cubano se va encarecer”, lamentó.
“Hay muchos jubilados, como yo, o médicos, que con su esfuerzo de años tienen un carro y van a tener que parquearlo, porque no es posible que alguien que vive de un salario pueda hoy pagar 40 litros de combustible”, agregó.
Para Ramón Calvo, de 59 años, es “un poco excesivo para los salarios del ciudadano común” el incremento de los precios de los combustibles. “Ojalá lo rectificaran en algún momento”.
El Gobierno cubano aseguró que el grueso de las medidas sólo se aplicaría cuando las condiciones estuviesen dadas y que se apoyaría a los colectivos vulnerables.
Cuba cerró 2023 con una contracción del producto interno bruto (PIB) de entre el 1 y el 2% y avanzó que el déficit público este año se situará en el 18,5%.
La situación económica del país se refleja en la escasez de básicos (alimentos, combustibles, medicinas), una inflación galopante, frecuentes apagones y una creciente dolarización de la economía. El consiguiente descontento social ha generado protestas y la mayor oleada migratoria en décadas. EFE