Washington, 3 ene (VOA) – La Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó una advertencia por el uso de cigarrillos electrónicos en el continente americano. El organismo sanitario señala que “se necesitan medidas urgentes de control de los cigarrillos electrónicos para proteger a los niños y a los no fumadores” con el objetivo de “reducir todo lo posible los efectos de estos productos en la salud de las personas”.
El doctor Carlos Riveros, especialista en enfermedades respiratorias, explica a la Voz de América que esta alerta se produce después de que varios estudios hayan demostrado que los cigarrillos electrónicos “no ayudan a dejar el tabaco” y que “hay suficientes pruebas que dejarían en evidencia que son perjudiciales para la salud”.
“El aerosol del cigarrillo electrónico puede contener nicotina, además de otras sustancias que eventualmente pueden ser adictivas y que pueden causar enfermedades pulmonares, cardíacas e incluso cáncer”, dijo el doctor Riveros.
De hecho, un informe remitido a la VOA por la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS, en inglés) recuerda que estos productos, también conocidos como “vaporizadores”, contienen nicotina y “hay evidencia que indica que esta sustancia causa daños al desarrollo cerebral de los adolescentes”. “También si se usa durante el embarazo, la nicotina puede causar nacimientos prematuros y bebés con bajo peso al nacer”, agrega el informe.
Los peligros de la nicotina
Según datos ofrecidos por la OPS, ya hay 34 países que han prohibido su venta, 88 no han establecido una edad mínima para comprarlos y 74 carecen de normativas específicas sobre estos “productos nocivos”.
Hace unos días, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, mostraba su preocupación al considerar que “los niños están siendo reclutados y atrapados a una edad temprana para usar cigarrillos electrónicos”. Ante esta situación, el máximo responsable del organismo sanitario internacional advertía que los más jóvenes “podrían quedar enganchados a la nicotina”, por lo que se instaba a las administraciones a implementar políticas sobre su regulación y su uso.
“Las autoridades nacionales deben actuar con firmeza para prevenir el consumo de estos productos y proteger así a sus ciudadanos, sobre todo a los niños y a los jóvenes”, expuso el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“Se desconoce el alcance a largo plazo”
Como los cigarrillos electrónicos son productos que llevan poco tiempo en el mercado, las consecuencias a largo plazo no han podido ser analizadas, a pesar de que se ha demostrado de que la nicotina “es perjudicial para la salud y es muy adictiva”.
“Hay muchas investigaciones que han concluido que la nicotina libera sustancias tóxicas, que pueden llegar a ser cancerígenas o que aumentan el riesgo de sufrir trastornos cardiacos y pulmonares”, insistía el doctor Riveros.
Al mismo tiempo, el director del departamento de promoción de la salud de la OMS, el doctor Ruediger Krech, lamentaba la promoción que se ha hecho a través de las redes sociales por parte de personajes famosos para impulsar su uso, especialmente entre la población de menor edad. “Las empresas y los influencers promocionan entre los niños cigarrillos electrónicos con más de 16.000 sabores distintos a través de las redes sociales”, dijo el portavoz a través de una declaración escrita remitida a la VOA.
En esa línea, criticaba que “en algunos casos se utilizan personajes de dibujos animados y diseños elegantes que atraen a la generación más joven” y alertaba que “el consumo de cigarrillos electrónicos entre los niños y jóvenes está creciendo de forma alarmante y, en muchos países, llega a niveles superiores al de los adultos”.
El consumo en EEUU
Según datos facilitados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), se estima que en el país norteamericano 2,13 millones de estudiantes de secundaria y preparatoria habían consumido cigarrillos electrónicos en los últimos 30 días.
El mismo informe, realizado a finales de 2023, revelaba que el 56 % de los jóvenes entre 18 y 24 años que actualmente usaban cigarrillos electrónicos nunca habían fumado tabaco.
El organismo estadounidense recuerda que los cigarrillos electrónicos no cuentan actualmente con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) “como ayuda para dejar de fumar”.
“El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EEUU, formado por un conjunto de expertos en salud que emite recomendaciones sobre atención médica preventiva, ha concluido que la evidencia es insuficiente para recomendar el uso de cigarrillos electrónicos como método para dejar de fumar en adultos, incluyendo a mujeres embarazadas”, explican desde los CDC.
El reclamo de la OPS
Con todo, la OPS insiste en “tomar urgentemente medidas para prevenir el consumo de cigarrillos electrónicos y contrarrestar la adicción a la nicotina” implementando algunas políticas al respecto. Señala que aquellos países que prohíben la venta de cigarrillos electrónicos deben poner en marcha programas de “seguimiento y vigilancia” para que se apliquen estas medidas, mientras que aquellas naciones que permiten su comercialización “deben aplicar una reglamentación estricta para que resulten menos atractivos y nocivos para la población, por ejemplo, prohibiendo que incorporen sabores, limitando la concentración y la calidad de la nicotina y gravándolos con impuestos”.
“Lo que se quiere hacer es un poco lo que se hizo en su momento con el tabaco, es decir, que desde las administraciones se obligue a las empresas a ser transparentes sobre las consecuencias en la salud de estos productos, y eso pasa por no romantizar su uso con sabores o colores vistosos para que luzca algo inofensivo”, concluye el doctor Riveros.