Redacción, 21 nov (elmundocr/Agenciacs) – Las posibilidades de que las relaciones entre Estados Unidos y Cuba se normalicen en el corto plazo ha llevado a miles de cubanos a buscar la forma de llegar de manera ilegal a territorio norteamericano.
El temor a perder los privilegios migratorios están provocando un incremento notable de la inmigración cubana hacia Estados Unidos en los últimos meses.
La huida de “refugiados” cubanos hacia Estados Unidos en el presente año fiscal (1 de octubre de 2014 a 30 septiembre 2015) suma ya más de 31 000 inmigrantes, lo que supone un alza del 30 % respecto al total del ejercicio anterior, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP).
Este sustancial aumento en la llegada de cubanos a EE.UU. era “previsible” y continuará tras el deshielo de las relaciones entre ambos países debido a los temores de la eliminación del privilegio migratorio del que gozan, y a pesar de que hasta ahora “son pocas” las posibilidades de un cambio en esa política.
La denominada Ley de Ajuste Cubano permite que los inmigrantes cubanos que tocan territorio firme en Estados Unidos pueden quedarse en el país, mientras que aquellos que son interceptados en el mar son deportados de inmediato a la isla.
La oleada reciente de inmigrantes era previsible debido a la “creciente preocupación” entre los cubanos de perder los “privilegios” migratorios, indicó Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
“Hay incertidumbre sobre la reanudación de la Ley de Ajuste Cubano de 1966 o de su eliminación”, precisó Duany, que, sin embargo, descartó cambios a corto plazo en dicha iniciativa y su política de “pies secos/pies mojados”, que permite a los cubanos que llegan a suelo estadounidense quedarse, aunque los interceptados en el mar son devueltos a Cuba.
Es un incremento que obedece a la “distensión” entre Estados Unidos y Cuba anunciada por los gobiernos de Barack Obama y Raúl Castro en diciembre pasado, explicó Michelle Mittelstadt, portavoz del Migration Policy Institute (MPI).
La experta manifestó que los cubanos no quieren perder la “posibilidad de ser elegibles para la tarjeta verde (de residencia) a partir del cumplimiento de un año de su llegada”.
Sin embargo, Mittelstadt consideró que es “poco probable” en este momento que “el Gobierno de Obama o el Congreso consideren cambios a la Ley de Ajuste Cubano”.
Duany también señaló que resulta “difícil” que en el actual Congreso, que será renovado parcialmente en las elecciones de noviembre de 2016, se “proponga una medida para cambiar o enmendar dicha ley”.
“No es tan fácil anular dicha ley”, manifestó por su parte la socióloga Marifeli Pérez-Stable, profesora de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de FIU, quien está a favor de su eliminación.
“Luego de 50 años de excepcionalidad, la migración cubana debe normalizarse y sería mejor que se incluyera una reforma migratoria global”, expresó Pérez-Stable, que no obstante lamentó que “el Congreso no tiene la voluntad de encararla”.
A los cubanos que llegan por tierra a través de los puertos de entrada del país se suman los que tratan de llegar de forma clandestina en precarias embarcaciones, que según la Guardia Costera, ya rebasaron el total del año fiscal anterior.
Desde octubre de 2014 hasta la fecha han intentado alcanzar las costas estadounidenses 4 084 cubanos, mientras que durante todo el año fiscal anterior se reportaron 3 677.
Arcos, quien dirige las relaciones con la comunidad del Departamento de Estudios Internacionales de FIU, señaló que la mentalidad es que “hay que llegar a Estados Unidos antes de que se acabe la Ley de Ajuste Cubano”.
Después de más de cinco décadas de enemistad, Estados Unidos y Cuba restablecieron sus relaciones diplomáticas el pasado 20 de julio y se prevé para mañana la primera reunión de la Comisión Bilateral de ambos países en La Habana.