Por Birgit Reichert (dpa)
Tréveris (Alemania), 14 mar (dpa) – La polémica está servida en la ciudad alemana Tréveris, en el oeste del país, después de que su corporación aprobase por mayoría en un pleno municipal aceptar una estatua del filósofo Karl Marx procedente de China.
El gigante asiático decidió agasajar a la ciudad natal de quien está considerado el padre del comunismo con motivo del segundo centenario de su nacimiento, que se cumplirá en 2018.
La controversia se ha adueñado ahora de la ciudad, que se pregunta si es realmente necesario que la estatua mida más de seis metros de altura y si debería colocarse delante de la Porta Nigra, una monumental puerta construida en la época del Imperio romano y calificada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1986.
“Karl Marx es uno de los ciudadanos ilustres de esta ciudad y no debemos ocultar su estatua”, considera el alcalde de Tréveris, el socialdemócrata Wolfgram Leibe, quien entiende que un monumento de grandes dimensiones supone un “enriquecimiento” para la ciudad.
El artista chino Wu Weishan, autor de la obra, fue quien decidió el tamaño y la ubicación de la estatua. Según indicó, su intención es que ésta se sitúe en las proximidades de la antigua casa familiar del filósofo. “El artista seguramente no quiera negociar”, señaló el ayuntamiento, dando prácticamente por descontado que finalmente se cumplirán los deseos del escultor.
En el acalorado debate en el que está sumida la ciudad hay dos bandos. Por una parte, los miembros del Gobierno local, socialdemócrata, que defienden que el monumento constituye todo un éxito porque ha servido para abrir una reflexión sobre las relaciones que la ciudad quiere mantener con China y con la figura de Karl Marx.
Por otra parte, quienes se posicionan claramente en contra de la estatua. “Se trata de la cuestión de si queremos aceptar un regalo de un régimen déspota, cruel y sanguinario”, señaló Tobias Schneider, del partido liberal FDP.
“Se trata de un regalo envenenado”, añadió el político de Los Verdes Teiner Marz, quien está convencido de que Tréveris, si se negase a aceptar el monumento, podría enviar una señal en contra de la vulneración de los derechos humanos.
No es la primera vez que Alemania recibe un obsequio polémico por parte de China. En 2014, la ciudad de Wuppertal, en el centro-oeste del país, fue agasajada con una figura de gran tamaño de Friedrich Engels, compañero de Marx. Hoy en día, esta estatua de cuatro metros de altura se ha convertido en el principal reclamo para los turistas.
Karl Marx, considerado el ideólogo del comunismo, nació el 5 de mayo de 1818 en la ciudad alemana de Tréveris.