San José, 23 mar (elmundo.cr) – Un pequeño grupo de pastores evangélicos salió en defensa del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, mediante una “Carta Pastoral del Consejo Nacional de Pastores Evangélicos de Nicaragua”.
Mediante esta carta “santifican” a Ortega como la víctima del poder imperial de Estados Unidos, país al que tildan de bestia, y llaman al Vaticano “poder satánico”, y califican de groseras las palabras del papa Francisco, quien calificó a la dictadura de “comunista y hitleriana” por sus métodos de represión y tortura.
Los pastores hablan en nombre de más de 20 congregaciones pero el documento solo fue firmado por cuatro personas y dicen que lo hacen movidos por el espíritu de Dios, porque en Nicaragua hay “confusión e incertidumbre y tristeza”.
“Con profundo dolor y tristeza hemos tenido conocimiento de las palabras pronunciadas por el papa Francisco en contra de nuestro presidente, sobre disputas temporales de pecado que tienen que ver más con el reino de este mundo que con los negocios del Reino de Dios”, señalan.
Según los pastores “las visiones proféticas del libro del Apocalipsis no hablan claramente de una bestia que sale del mar, lo cual hace ineludible concluir se trata de un formidable poder imperial que en el lenguaje figurado de Pablo es presentado como una bestia. De manera inequívoca la profecía dice que ninguno pudiese comprar ni vender sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia o el número de su nombre”.
“Frente a este sombrío panorama de un poder imperial todopoderoso que decide quién compra y quién vende en este mundo, junto a otro poder satánico que decide quién entra o no entra al reino de los cielos, constatamos que el reto va mucho más allá de nuestras fuerzas humanas como nos ilumina la palabra de Dios”, enfatiza en clara alusión a Estados Unidos y al Vaticano, que dicen es poder satánico.
Asimismo, los pastores, en nombre del Espíritu Santo se autoproclaman representantes del pueblo pobre y humilde, además reconocen que en Nicaragua hay penurias económicas, pero no se las achacan a la dictadura Ortega Murillo sino a Estados Unidos, pues dicen que “obedecen a factores humanos producto de conspiraciones imperiales que claramente apuntan a bestia apocalípticas específicamente reveladas en Apocalipsis capítulo 13 y capítulo 17”.
“La batalla por el control del alma de Nicaragua y su pueblo es una batalla espiritual y ha de resolverse con armas espirituales. El fondo del problema no está en la lucha por el poder entre el gobierno de Nicaragua y los opositores sustentados por fuerzas exógenas que históricamente han afligido al pueblo de Nicaragua por más de 10 generaciones”, aseguran.
