Ciudad de Panamá, 13 set (elmundo.cr) – En octubre de 2020, el Parlamento Latinoamericano y Caribeño (PARLATINO) propuso a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) trabajar conjuntamente en una serie de recomendaciones que contribuyeran a visibilizar, entre los gobiernos y tomadores de decisión, la necesidad de incluir e integrar a los pueblos indígenas y afrodescendientes, así como a sus particularidades, en las estrategias de recuperación con transformación de la región frente a los desafíos derivados de la COVID-19 y para el periodo de la post-pandemia.
Como resultado de 11 meses de trabajo conjunto, liderado por la Comisión de Pueblos Indígenas, Afrodescendientes y Etnias del PARLATINO, con apoyo de la FAO y el respaldo de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y la Cooperación Española, se aprobó el documento de recomendaciones titulado “Lineamientos para la recuperación con transformación rural y la acción climática junto a los pueblos indígenas y afrodescendientes en América Latina y el Caribe”, que servirá como base para elaborar políticas públicas y marcos normativos más inclusivos y participativos.
La aprobación del documento se dio este viernes, durante la II Comisión Ordinaria de Asuntos Indígenas, Afrodescendientes y Etnias del PARLATINO. Los Lineamientos son 18 y abarcan temáticas como derecho territorial, protección de los sistemas de tenencia colectiva, turismo rural, medicina tradicional, gestión auto sostenible de los recursos naturales y acceso al financiamiento. También, contemplan la transformación y fortalecimiento de los sistemas alimentarios indígenas para la seguridad y soberanía alimentaria, asistencia técnica, actualizaciones legislativas y la designación de presupuestos específicos. El documento estará disponible próximamente en el sitio web del PARLATINO.
“Idear la recuperación y transformación del mundo rural con los pueblos indígenas y afrodescendientes representa una gran oportunidad para la búsqueda de soluciones basadas en la naturaleza, la generación de empleo verde y la protección del patrimonio cultural y ambiental de la región”, mencionó Gloria Sandoval, Directora General de Ejecución de Proyectos en el Exterior de la AMEXCID, quien, además, destacó la importancia de las alianzas estratégicas y la cooperación internacional para enfrentar los desafíos comunes de América Latina y el Caribe.
Mauricio Mireles, Oficial en Políticas para Pueblo Indígenas e Inclusión Social de la FAO, presentó tres argumentos para comprender la importancia de colaborar con los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en el contexto de la recuperación socioeconómica con transformación y la acción climática:
El primero, que la población rural indígena y afrodescendiente podría representar más del 46% de la población rural de América Latina. El segundo, la vasta extensión y riqueza biológica de sus territorios colectivos, pues si se suma toda el área donde los pueblos indígenas, afrodescendientes y tribales realizan gobernanza forestal, sumaría entre 320 y 380 millones de hectáreas, incluyendo las áreas formalmente reconocidas por los estados y las que aún no han sido reconocidas. Por último, pero no menos importante, mencionó sus conocimientos ancestrales, que favorecen el manejo sostenible de los bienes naturales.
“Desde la FAO, trabajamos para contribuir a evitar que la actual crisis sanitaria por la COVID-19 se convierta en una crisis alimentaria”, dijo Alfredo Mayén, Oficial de Programa de la FAO para Mesoamérica. Además, reconoció el trabajo del PARLATINO para responder a los retos de la pandemia y reiteró el compromiso de la FAO con seguir contribuyendo a la recuperación transformadora de la región.
En otros asuntos, la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca del PARLATINO, que se reunió simultáneamente, se sumó a la Declaración del Año Internacional de las Frutas y Verduras 2021 (IYFV), declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, que tiene como objetivo compartir las buenas prácticas en relación al consumo de frutas y verduras y sus beneficios nutricionales y para la salud; y sensibilizar e informar sobre cómo el consumo de frutas y verduras contribuye a la promoción de dietas y estilos de vida diversificados, equilibrados y saludables.
“Este Año Internacional de las Frutas y Verduras sirve para revalorizar la fundamental contribución que la agricultura puede hacer a la alimentación y la nutrición, y pone de manifiesto su triple vertiente: social, económica y ambiental”, afirmó Israel Ríos, Oficial de Nutrición de la FAO.
La Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca también aprobó por unanimidad la Ley Modelo para la prevención y reducción de las pérdidas y desperdicios de alimentos, que servirá de referencia a los países de la región para contribuir a que se adopten acciones públicas y privadas tendientes a la prevención y reducción de las pérdidas y desperdicios de alimentos, y que contribuyan al desarrollo sostenible en los ámbitos social, ambiental y económico.
Estos logros se han dado en el marco de la alianza PARLATINO-FAO, gracias al impulso del programa “Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO” y el “Programa de Apoyo a la Iniciativa América Latina y Caribe sin Hambre 2025”, que articulan esfuerzos a favor de políticas públicas y marcos normativos más efectivos para acabar con el hambre y la pobreza rural en la región, y de la toma de decisiones basada en evidencia.