Reportaje

El papa llama ‘calumnia’ a las críticas de que un obispo encubre abusos

Por Pascale Bonnefoy y Austin Ramzy

Santiago, 20 ene (NYT) – El papa Francisco acusó a las víctimas de abuso sexual eclesiástico en Chile de estar calumniando a un obispo que dicen ayudó a encubrir a un sacerdote pederasta, lo que socava sus esfuerzos por rehabilitar la reputación de la Iglesia católica como parte de una visita a países de América del Sur.

Francisco les dijo el jueves a medios chilenos que no hay evidencia alguna en contra del obispo Juan Barros Madrid, a quien las víctimas del cura pederasta Fernando Karadima, el caso más notorio de Chile y a quien el Vaticano halló culpable en 2011, han acusado de ser cómplice de los delitos.

“El día que me traigan una prueba del obispo Barros, ahí voy a hablar”, dijo el papa antes de una misa en la ciudad de Iquique, al norte de Chile. “No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia. ¿Está claro?”.

Los comentarios del papa causaron revuelo en Chile y desataron cuestionamientos sobre qué tan comprometido está realmente con reparar el daño causado por los casos de abuso sexual y con mejorar la imagen de la iglesia y sus fieles en ese y otros países.

“El ataque del papa Francisco contra las víctimas de Karadima es un retroceso “, dijo Anne Barrett Doyle, codirigente de BishopAccountability.org, un grupo que monitorea casos de abuso eclesiástico y que recientemente publicó un sitio web con los perfiles de clérigos acusados en Chile. “Hizo para atrás las manecillas del reloj a los días más oscuros de esta crisis. ¿Cómo saber cuántas víctimas ahora decidirán mantenerse escondidas por temor a que no les crean?”.

Karadima fue condenado en 2011 por el Vaticano de abusar de adolescentes en la década de los ochenta y le ordenaron llevar una vida de penitencia y oración. Ese mismo año un juez indicó que las acusaciones eran confiables y verídicas pero desechó un caso penal debido a que había prescrito el delito.

El obispo Barros, un excapellán del Ejército, era parte del círculo cercano a Karadima y, según una de las víctimas, llegó a atestiguar el abuso.

“Como si uno hubiese podido sacarse una selfi o foto mientras Karadima me abusaba a mí u otros con Juan Barros parado al lado viéndolo todo”, criticó en Twitter Juan Carlos Cruz, una de las víctimas del sacerdote chileno.

Pese a las denuncias contra Barros, el papa Francisco lo nombró obispo de Osorno, al sur de Chile, en 2015. Decenas de padres y legisladores se han expresado en contra de esa decisión.

En 2015, el papa le dijo a un grupo de turistas que visitaba el Vaticano respecto a las protestas en Osorno contra el nombramiento: “Osorno sufre, sí, por tonta”. Agregó, según consta en un video, que la ciudad “se deja llevar por las macanas que dice toda esa gente” y juzga “a un obispo sin ninguna prueba después de veinte años de ser obispo”.

Durante la visita papal a Chile, que empezó el 15 de enero, grupos laicos y religiosos en Osorno y Santiago organizaron varias protestas y pidieron actuar con respecto a Barros.

Pero este continúa teniendo el respaldo del Vaticano; no hubo ninguna indicación pública de que Francisco hubiera cambiado de parecer. El obispo estuvo presente en todas las ceremonias del papa en Santiago, Iquique y la ciudad sureña de Temuco. En Iquique, Barros les dijo a reporteros que Francisco le ofreció “palabras de ánimo, apoyo y cariño”.

Antes de la visita del papa, The Associated Press reportó que el papa Francisco había reconocido el furor por el legado del sacerdocio de Karadima en una carta enviada en 2015 a la conferencia episcopal de Chile. Según la misiva, el papa sopesaba que Barros y otros dos obispos tomaran un sabático antes de empezar en nuevas posiciones, un plan que nunca sucedió.

En su visita a Chile, el papa ofreció públicamente una disculpa por los casos de abuso sexual eclesiásticos. Dijo que sentía “dolor y vergüenza” por el “daño irreparable” cometido a las víctimas. Sin embargo, no se reunió con las víctimas de Karadima.

“Es inaceptable lo que ha dicho el papa Francisco en referencia a nuestra causa y nuestra lucha. Es ofensivo para nosotros y para todos quienes han sufrido abuso, en particular abuso clerical”, dijeron en una conferencia de prensa algunas de las víctimas de Karadima. “Es necesario que las palabras de perdón, vergüenza y dolor que ha expresado el papa durante su visita a Chile se transformen en acciones concretas”.

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