Roma, 2 abr (dpa) – El papa Francisco lavó hoy los pies de 12 presos procedentes de Ecuador, Brasil, Italia, Congo y Nigeria en una cárcel de Roma en la tradicional misa de Jueves Santo.
Con la ceremonia, en la que se recuerda el gesto de Jesús con sus discípulos en la Última Cena, Francisco besó de rodillas los pies de los presos, seis hombres y seis mujeres. Además, lavó espontáneamente los pies del niño de una de las presas.
“Cuando Jesús nos lava los pies, lava todo nuestro cuerpo, todo lo nuestro”, dijo el papa.
Tras ser elegido papa, Francisco rompió con la tradición de sus predecesores de lavar los pies a curas y el año pasado realizó esta ceremonia con enfermos y discapacitados.
Poco después de llegar a la cárcel más grande de Roma, Rebibbia, Francisco saludó personalmente a varios presos, les dio apretones de manos y los abrazó. El papa, de 78 años, fue aplaudido varias veces, y agradeció la cálida bienvenida.
Después de Juan Pablo II, que visitó Rebibbia en 1983 para encontrarse con el hombre que atentó en su contra, Ali Agca, y de Benedicto XVI, Francisco es el tercer papa que visita la cárcel.
Previamente, durante la homilía de Jueves Santo en la tradicional misa crismal, en la Basílica de San Pedro, el papa instó hoy a los sacerdotes a atender con alegría su labor pastoral: “No podemos ser pastores con cara de vinagre, quejosos ni, lo que es peor, pastores aburridos”.
El papa Francisco consideró normal que un sacerdote sienta cansancio y fatiga. “No olvidemos que somos ovejas, aprendamos a descansar”, dijo el pontífice argentino, que reconoció también que él en ocasiones se siente cansado. No obstante instó a los sacerdotes a ir “hasta los confines del mundo, a todas las periferias”.
A continuación bendijo los Santos Óleos en una ceremonia con la que tradicionalmente se da inicio a los rituales de los días centrales de Semana Santa.
Se trata de la tercera Semana Santa que el pontífice encabeza. Decenas de miles de turistas y peregrinos acudirán a Roma para asistir a las ceremonias religiosas.
