Redacción, 21 ene (elmundo.cr) – El Papa Francisco ordenó modificar las indicaciones litúrgicas sobre el ritual del lavado de los pies en la misa del Jueves Santo. A partir de ahora los elegidos para recibir el lavado hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, sanos y enfermos, clérigos y no.
En una carta de Francisco dirigida al cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano, fue solicitada la reforma.
Francisco mencionó que lo que busca es “mejorar las modalidades de realización para que expresen plenamente el significado del gesto cumplido por Jesús en el cenáculo, su donarse hasta el fin por la salvación del mundo y su caridad sin fronteras”.
“Dispongo, por lo tanto, que sea modificada la rúbrica según la cual las personas elegidas para recibir el lavatorio de los pies deben ser hombres o muchachos, en modo tal que de ahora en adelante los pastores de la Iglesia puedan elegir a los participantes en el rito entre todos los miembros del pueblo de Dios. Se recomienda además que a los elegidos sea ofrecida una adecuada explicación del significado del rito mismo”, agregó en la carta.
El decreto firmado por el cardenal Sarah, lleva fecha del 6 de enero 2016, sin embargo la carta de Francisco fue enviada desde el 20 de diciembre de 2014.
Sobre ese retraso y ante la pregunta sobre si se debió a resistencias de algún tipo, el portavoz del Vaticano Federico Lombardi explicó que las cuestiones litúrgicas “siempre tardan” porque se necesita tiempo para las traducciones de textos y rúbricas.
“Ha sido publicado ahora en vista de la Semana Santa, tardaron un poco en publicarlo porque se trabaja en misales continuamente, que son traducidos, reformados, etc. Las conferencias episcopales serán informadas hoy de este cambio de modo que se volverá de uso común”, afirmó.
Además Lombardi recordó que el Papa, ya desde su tiempo en Buenos Aires y también en Roma, optó por lavarles los pies también a mujeres y muchachas. Precisó que tradicionalmente los hombres elegidos representaban a los 12 apóstoles en la última cena y, por lo tanto, el rito era primordialmente una imitación del gesto cumplido por Jesús antes de ser apresado.
“Pero el significado del lavado es la manifestación del amor de Jesús por todos hasta el final, más allá de que lo demostró a los 12 apóstoles, tuvo un valor universal. El Papa dice que en la liturgia le demos a este gesto del amor de Cristo por todos la prevalencia sobre la imitación del gesto o el recuerdo histórico. A partir de ahora no deberán necesariamente ser hombres o jóvenes, sino que pueden ser elegidos entre todos los miembros del pueblo de Dios. Y no es necesario tampoco que sean 12, puede ser un grupo, aunque esto ya era previsto. Lo que importa es el gesto y la expresión del amor de Dios por todos”, concluyó.
