Caracas, 18 feb (elmundo.cr) – El expresidente de Costa Rica, premio Nobel de la Paz Oscar Arias Sánchez, habló hoy ante la Asamblea Nacional de Venezuela, instando a los diputados a evitar más daños al pueblo venezolano.
En su discurso Arias indicó que “hay coyunturas en que no es hipérbole decir que un grupo de representantes tiene, si no la capacidad de operar milagros, sí la responsabilidad de evitar catástrofes. Esa es la condición de esta Asamblea Nacional”.
Para Arias los diputados venezolanos recibieron ese sagrado mandato en las urnas, y tienen la labor de evitar un daño mayor al pueblo venezolano.
El expresidente considera cinismo de parte del gobierno venezolano que pretende ocultarle la verdad al pueblo, justificando sus acciones en conspiraciones internacionales o sabotajes del sector privado.
“No puede un gobierno decirle a su pueblo “no confíes en lo que ves, sino en lo que te digo”, porque nadie tolera que le obliguen a engañarse a sí mismo. Ninguna campaña de opinión pública, por más orwelliana, logrará ganarle la carrera a la evidencia”, agregó.
Arias señaló que Venezuela atraviesa una crisis humanitaria que es consecuencia de políticas públicas equivocadas donde la riqueza se ha esfumado entre la ocurrencia, la corrupción y la ineficiencia. Ante esto indicó que el país está enfrentando una crisis económica, social e institucional.
“El tiempo apremia. Cada día que pasa se hace más oneroso el ajuste y más lenta la recuperación. Es inútil invocar el pasado y preservar al statu quo. Prolongar la situación actual es, en el mejor de los casos, empujar una utopía fenecida, y, en el peor, aferrarse al poder por el poder, y proteger canonjías a costa del bienestar de millones de ciudadanos”, mencionó Arias.
Según el expresidente, Venezuela durante casi dos décadas, siguió un espejismo a través del desierto, y aún hoy el chavismo le insiste a los venezolanos seguir por la dirección del delirio y la entelequia.
“Yo no dudo que vendrán días mejores para Venezuela. No dudo que este pueblo, doblado de angustia y desazón, resurgirá de la mano de quien asuma la tarea de emprender las reformas, aunque duelan. No dudo que Venezuela volverá a ser próspera y segura y unida y plena, y que una vez más cantará en el Arauca vibrador, hermana de la espuma, de las garzas, de las rosas y del sol”, concluyó.
