Ginebra, 24 ago (elmundo.cr) – El director de la Organización Mundial de la Salud anunció este lunes que 172 países, que representan el 70% de la población mundial, se han unido o mostrado interés en la coalición COVAX, el mecanismo de la OMS para lograr el desarrollo y la distribución equitativa de una vacuna contra el COVID-19.
“El mecanismo tiene el portafolio de vacunas más grande y diverso del mundo. Actualmente tenemos nueve candidatas, y estamos revisando y actualizando constantemente para garantizar el acceso a la mejor gama de productos posible”, aseguró Tedros Adhanom Gebreyesus durante su conferencia de prensa habitual.
El objetivo de COVAX, es entregar al menos 2000 millones de dosis de vacunas seguras y efectivas para finales de 2021.
“Si bien estamos agradecidos por los fondos que ya se han comprometido, se necesitan más con urgencia para seguir avanzando. A medida que los gobiernos invierten billones en estímulos económicos, el Fondo COVAX ofrece un gran retorno de la inversión. Hay luz al final del túnel y como dije la semana pasada, juntos podemos hacerlo”, agregó Tedros.
COVAX es la única iniciativa global que está trabajando con gobiernos y fabricantes para garantizar que las vacunas COVID-19 estén disponibles en todo el mundo tanto para países de ingresos altos como de ingresos bajos.
“Una nueva investigación describe que la competencia mundial por las dosis de vacunas podría llevar a que los precios se disparen exponencialmente en comparación con un esfuerzo de colaboración. También conduciría a una pandemia prolongada, ya que solo un pequeño número de países obtendría la mayor parte del suministro. El nacionalismo de las vacunas solo ayuda al virus”, expresó el director, invitando a los países que están invirtiendo en fabricantes individuales a unirse a la coalición.
La distribución de las vacunas
Tedros explicó que inicialmente se entregarían las vacunas a las personas con mayor riesgo de ser infectadas, como los trabajadores de salud, las personas mayores de 65 años y aquellas que tienen ciertas enfermedades que aumentan su riesgo de morir por COVID-19.
“Varias vacunas se encuentran ahora en la etapa final de ensayos clínicos y todos esperamos tener múltiples candidatas exitosos que sean seguras y efectivas”, anunció.
Sin embargo, recordó que mientras se invierte colectivamente en la investigación y el desarrollo de estas herramientas, es necesario utilizar las que ya existen para suprimir el virus: como rastrear contactos, aislar y cuidar a los pacientes, y poner en cuarentena a sus contactos.
“Si todos nos distanciamos físicamente, nos lavamos las manos con regularidad, utilizamos mascarillas y nos mantenemos informados, podemos romper colectivamente las cadenas de transmisión”, reiteró.
¿La vacuna debe ser obligatoria?
Respondiendo a preguntas de periodistas, Bruce Aylward, epidemiólogo de la OMS, dijo que era decisión de los países hacer la vacuna contra el COVID-19 obligatoria o no para sus ciudadanos.
“En la organización lo que queremos es fomentar la aceptación voluntaria de la vacuna, así como el comportamiento de las personas para que busquen obtenerla. Queremos que las personas entiendan los beneficios de las vacunas y su calidad, más allá de que sea algo requerido o mandatorio”, explicó.
Sobre la vacuna de Rusia, la científica jefe Soumya Swaminathan, explicó que la OMS se encuentra en conversaciones con ese país, y que se les ha solicitado los datos sobre su eficacia y seguridad.
“Entendemos que está todavía en ensayos clínicos preliminares e irá a una fase tres más amplia. Estamos a la espera del diálogo con las autoridades rusas. Estamos promoviendo la idea de ensayos de solidaridad de las vacunas, para que otros países pueden participar en los estudios”, explicó.
Los anticuerpos monoclonales como tratamiento prometedor
Preguntados sobre el uso de anticuerpos monoclonales como posible tratamiento para el COVID-19, la doctora Swaminathan dijo que se trataba de una de las “terapias prometedoras en el horizonte”, pero advirtió que no será fácil hacerlos llegar a toda la humanidad.
“Se trata de unos anticuerpos específicos que actúan para evitar que el virus entre las células humanas y las infecte. En el caso del COVID-19, hay varios esfuerzos para desarrollar este tipo de anticuerpos, a través de ratones, de la extracción de anticuerpos de pacientes recuperados, o hechos en laboratorio. Varias compañías lo están intentando. Esta tecnología fue probada con el ébola y se encontró que era muy efectiva”, explicó.
Swaminathan agregó que saben que hay varios ensayos clínicos con ese tipo de anticuerpos, e incluso los Institutos Nacionales de Salud están apoyando algunos.
“Se trata de una de las terapias prometedoras, pero la posibilidad de escalarlo y hacerlo accesible a personas de todo el mundo es difícil porque se trata de un producto complejo de hacer. Estas instalaciones no existen en todas partes del mundo, y también podría ser muy costoso”, explicó.
La doctora Mariangela Simao por su parte dijo que estos anticuerpos, que se utilizan en tratamientos contra el cáncer, son extremadamente caros actualmente, lo que es una preocupación, pero que si se comprueba que están siendo efectivos contra el coronavirus de todos modos se trata de una buena noticia. “Tenemos que hacerlos más asequibles y luego distribuirlos”, dijo.
Aylward agregó que era importante desarrollarlos, ya que en el futuro podría ayudar a personas a las cuales las vacunas no les han sido efectivas.
Los anticuerpos monoclonales son proteínas del sistema inmunitario que se crean en un laboratorio, como los anticuerpos del cuerpo mismo, los anticuerpos monoclonales reconocen blancos específicos.
Tratamiento con el plasma de los recuperados
Los expertos explicaron que el tratamiento con plasma de recuperados es una terapia que se ha realizado por más de 100 años y que ha sido efectiva en algunos casos, pero en otros no.
“En el caso del COVID ha sido una de las primeras terapias que se ha utilizado, y hay un número de ensayos clínicos, sin embargo, ninguno ha demostrado clara efectividad. Lo estamos siguiendo, pero por ahora los datos que tenemos son de baja calidad así que el tratamiento con plasma continúa siendo una terapia experimental”, explicó Swaminathan.
Aylward recordó que con cualquier terapia puede haber riesgos, y en el caso del plasma se han reportado fiebres y escalofríos asociados, así como daños a los pulmones: “los ensayos clínicos son importantes para demostrar que esta terapia tiene un claro beneficio en balance con los efectos secundarios”.