Managua, 11 may (VOA) – El sector agropecuario de Nicaragua, altamente impactado por la crisis sociopolítica y las medidas económicas impuestas por el gobierno para evitar un total desplome de la economía nacional, ahora también sufre los embates del coronavirus.
El país está a las puertas de iniciar el ciclo agrícola 2020-2021 con el peor escenario de los últimos tiempos, indican los expertos.
En este marco, los empresarios del sector han solicitado al gobierno del presidente Daniel Ortega aplicar medidas económicas para salvar a uno de los rubros más importantes del país.
Salvador Castillo, miembro de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (UPANIC), dijo a la Voz de América que los productores agropecuarios se enfrentan a serias limitaciones económicas.
“La situación ha permitido que las limitaciones nos vengan afectando, porque realmente al sentirnos sin recursos económicos en el campo, esto limita muchísimo la producción”, expresó Castillo.
Agregó que el coronavirus los ha dañado mucho también, en parte por el cambio en los consumidores debido a la crisis.
“Acordémonos que en la medida que la población no tenga trabajo e ingresos el consumo va a disminuir, y en efecto ha venido disminuyendo”, explicó el productor.
La agricultura y la ganadería son rubros clave para garantizar la seguridad alimentaria del país y el cumplimiento de la matriz exportadora, y el sector advierte que se requieren políticas públicas que permitan enfrentar de manera más eficiente la crisis que los golpea.
A través de un comunicado emitido recientemente, los productores exhortaron al gobierno a garantizar el funcionamiento óptimo de todos los eslabones que integran la cadena agroalimentaria del país.
UPANIC sugirió reducir la tarifa eléctrica y los precios de los combustibles, derogar las reformas a Ley de Concertación Tributaria, y crear un plan de rescate económico que contemple créditos y ajustes de mora.
Las medidas económicas son similares a las solicitadas por la Cámara Nacional de Turismo, la Asociación de Productores y Exportadores, Cámara de Industrias de Nicaragua, Cámara Comercio y Servicios de Nicaragua, el Instituto Nicaragüense de Desarrollo, y la Asociación Nicaragüense de Formuladores y Distribuidores de Agroquímicos.
Aunque el gobierno parece no estar atento a estas demandas, los productores sostienen que la falta de acciones ha resultado en menores áreas de siembras y la reducción de las aplicaciones de fertilizantes e insumos vitales para proporcionar al cultivo los nutrientes.
Todo esto, sumado a la falta de la sanidad necesaria para su buen desarrollo, ha dado como consecuencia una disminución de la productividad.
No obstante, el ministro de Agricultura, Edward Centeno Gadea, dijo recientemente durante una entrevista en un medio oficial que la producción nacional se incrementó durante el ciclo agrícola 2019 – 2020 y que se espera un resultado similar para el ciclo que está arrancando en el país.
“Cerramos 2019-2020, vamos (para) 2020-2021. En todos los rubros se muestra un crecimiento. En granos básicos nosotros contemplamos que entre lo que es maíz, frijol, arroz, sorgo, pueden andar un crecimiento alrededor del 4.7%”, dijo el funcionario.
El gobierno de Nicaragua ha anunciado que impulsará entre los productores un modelo que han denominado “Agricultura familiar”.
“Nos estamos preparando para el ciclo productivo 2020-2021 a través de un plan para fomentar la producción familiar a nivel nacional, priorizando 19 productos, fundamentalmente aquellos que están concentrados en la agricultura familiar”, señaló Centeno.
Sin embargo, “el Plan de Producción contempla indudablemente todo el aspecto productivo del país, grandes, medianos y la agricultura familiar los pequeños productores”, añadió.
A grandes rasgos el plan contempla impulsar la productividad, dar valor agregado a la producción y con esto lograr mayores ingresos en el comercio local y en las exportaciones.
A pesar de ello, los productores han asegurado que las metas son irreales, dado a que las mismas no recogen los efectos de la reforma tributaria, que hasta ahora ha provocado el cierre de fincas y empresas, el encarecimiento en cascada de los insumos agrícolas y maquinarias.
El ciclo agrícola en Nicaragua arranca en mayo con las siembras de primera y con el inicio de las primeras lluvias.