Managua, 29 jun (elmundo.cr) – En la homilía de este domingo -a puertas cerradas- en la Catedral de San Pedro de Matagalpa, el jerarca de la iglesia católica nicaragüense, monseñor Rolando Álvarez, expresó que “en este momento las familias nicaragüenses están cargando una pesada cruz, la pesada cruz de la pandemia, la pesada cruz de la desprotección sumergidos en la pobreza, otros en extrema pobreza, enfermos con el virus sin tener cómo comprar la medicina, sin acceder al tratamiento debido y correcto expuestos al contagio del virus, sin tener lo básico y elemental para comer” manifestó.
Nicaragua está inmersa en una profunda crisis sociopolítica y económica desde el 2018, cuando iniciaron las protestas sociales contra las controvertidas reformas a la seguridad social, el gobierno de Daniel Ortega las afrontó con el uso de la fuerza causando cientos de muertos, heridos, detenidos y decenas de miles de exiliados, sobretodo en Costa Rica. Estos conflictos también provocaron la contracción económica, el desempleo y cierre de cientos de negocios.
“Dos cruces que se unen en una sola y hacen la cruz más pesada (…) A la crisis social, política, jurídica y económica que ya se vivía, ahora se une la crisis sanitaria (…) La pesada cruz de la pandemia, de la desprotección, de sentirse desprotegidos, muchísimos de ellos sumergidos en la pobreza o en la extrema pobreza, enfermos con el virus, sin tener con qué tomar la medicina, sin acceder al tratamiento debido y correcto”, se lamentó Álvarez.
“Realmente Nicaragua vive una desolación. Nicaragua está viviendo un desierto, su propio desierto”, dijo. “Una crisis se ha agregado a otra (…) El miedo, otras veces el pánico y hasta incluso el terror a esta pandemia, a esta desprotección, a esta inseguridad sanitaria”, agregó en alusión a la estrategia de Ortega de minimizar el Covid-19 y promover actividades masivas.
Sin hacer referencia a los ataques que la Iglesia ha recibido por parte de simpatizantes del Gobierno sandinista, el obispo matagalpino destacó que “el discípulo misionero sabe que hay una cruz que cargar: los inconvenientes, las desconsideraciones, adversidades, contrariedades, las persecuciones, las difamaciones, las criticas destructivas, las propias limitaciones humanas, las propias debilidades humanas del discípulo, nuestros propios pecados”, explicó.
El pasado mes de abril religiosos y grupos por los derechos humanos en Nicaragua protestaron ante la decisión del Ministerio de Salud (MINSA) de prohibir los seis Centros de Atención Médica y un Call Center, propiciados por la diócesis de Matagalpa para informar, orientar y atender a la población ante la pandemia del Covid-19 y denunciaron que esos actos dejan al descubierto que fuerzas oscuras y perversas quieren provocar el caos en Nicaragua.
Hasta el martes pasado, el Ministerio de Salud de Nicaragua reportaba solamente 74 fallecidos y 2.170 casos positivos de Covid-19. Sin embargo, el observatorio independiente, ‘Ciudadano Covid-19’, una red de médicos y voluntarios en Nicaragua, contabiliza 1.878 muertos y al menos 6.775 casos sospechosos de coronavirus.