Managua, 21 jul (VOA) – Los datos actualizados de la Organización Panamericana de Salud reflejan que apenas el 2,43% de la población nicaragüense está totalmente vacunada contra el COVID -19, lo que equivale a un poco más de 162.000 personas.
En consecuencia, la promesa gubernamental de inmunizar a más de la mitad o llegar al 70% de la población en 2021 se vuelve cada vez más lejana.
La OPS señala que el Ministerio de Salud de Nicaragua ha aplicado más de 400.000 dosis en cuatro meses desde que inició la jornada de vacunación y esa cantidad incluye a más de 250.000 nicaragüenses que fueron inoculados con la primera dosis.
Sin embargo, médicos especialistas sostienen que la jornada avanza demasiado lenta, en especial por la presencia de nuevas variantes del COVID-19 en Centroamérica.
Un salubrista nicaragüense del Comité Científico Multidisciplinario que prefirió el anonimato dijo a la Voz de América que el número de vacunas “es muy poco” y eso tiene que ver con el acceso de los países a las mismas.
“(El mecanismo) COVAX no ha podido cumplir todos sus compromisos y desconocemos los convenios del Ministerio de Salud para la compra de dosis. Están llegando las Sputnik (vacuna rusa contra COVID-19) pero no sabemos cuántas dosis, ni cuentas van a llegar en un futuro”, explicó.
Mientras tanto, el independiente Observatorio Ciudadano COVID-19 reportó el reinicio de los denominados “entierros exprés” en los Departamentos de Chinandega, Madriz y Managua. Afirman que se reportó que fueron de manera rápida o en horas de la noche, y en algunos casos con la presencia de personal de salud que utilizaban trajes protectores.
El doctor José Luis Borges, de la Unidad Médica Nicaragüense, advirtió sobre un rebrote del COVID-19 en el país impulsado también por la presencia de nuevas variantes.
“Ya las tenemos porque las transferencia de las personas entre las dos fronteras es diaria y es continua. Ya estas cepas están en Nicaragua”, afirmó.
En su opinión, “el problema es que el secretismo y la falta de realización de pruebas y seguimiento a los casos en Nicaragua lo dificulta, y la actitud del gobierno es negligente”.
Nicaragua es el único país de Centroamérica que no ha identificado las variantes del SAR-CoV-2, a pesar que desde mayo cuenta con el equipo de tamizaje molecular necesario para hacerlo.
El Gobierno tampoco ha informado públicamente si el país tiene planes para identificar las variantes y no ha comentado sobre la llegada del equipo especializado donado a Nicaragua.