Quito, 10 oct (VOA) – El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, regresó a Quito desde Guayaquil, a donde se trasladó debido a las protestas, y dijo en su cuenta de Twitter que los diálogos para aplacar la crisis que ha estremecido la nación “ya están dando frutos”.
Los diálogos impulsados por la ONU y la Conferencia Episcopal están basados en una agenda de seis puntos, incluyendo el desarrollo de sistema de riego, entrega de tierras, financiamiento y seguro agrícola, refinanciación de deudas, condonación de multas.
Naciones Unidas informó en un comunicado que junto con la Conferencia Episcopal mantiene reuniones preliminares con organizaciones de la sociedad para restablecer la paz y evitar una escalada mayor de la confrontación y garantizar condiciones para una protesta pacífica, respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales.
“Nuestro propósito es explorar la posibilidad de generar un espacio seguro para que los actores principales encuentren una salida a la compleja situación del país”, indicó el texto.
Moreno se mostró optimista el miércoles, indicando que recibió el reporte de que las marchas indígenas se desarrollaban con normalidad: “Me alegra que hayan separado de sus manifestaciones pacíficas a los elementos perniciosos”.
En declaraciones a la cadena de televisión CNN, Moreno dijo el miércoles que se ha capturado a agitadores y se ha identificado “su procedencia y tiene bastante que ver con grupos terroristas (…) son grupos terroristas de afuera y de adentro, grupos criminaloides de acá también, de dentro de Ecuador”.
El presidente ecuatoriano ha acusado a su antecesor, el exmandatario Rafael Correa, y al presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro, de estar detrás de las manifestaciones violentas en ese país que comenzaron la pasada semana. Ambos han negado participación en los hechos.
Las protestas arrancaron después que el pasado 3 de octubre el gobierno de Moreno anunció una serie de medidas que ponen fin a los subsidios estatales al precio de los combustibles, con lo que encareció el transporte público y miles de ecuatorianos salieron a protestar en distintas ciudades.
Ha habido violencia policial contra manifestantes y periodistas. La organización Reporteros sin Fronteras expresó su preocupación por el incremento de las agresiones a periodistas en Ecuador. Desde inicios de octubre, cuando las protestas y los bloqueos comenzaron a multiplicarse en todo el país, los reporteros se han convertido en blanco de las fuerzas del orden y de los manifestantes y pide al gobierno ecuatoriano garantías y seguridad para desarrollar las coberturas.
La Voz de América sigue de cerca la situación en Ecuador. Solo el miércoles, cinco anillos de seguridad buscaron aplacar las manifestaciones e impedir que llegaran al palacio de gobierno.
La Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU pidió a las autoridades en Ecuador eviten el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes pacíficos, mientras condenan los actos de vandalismo que se han registrado en medio de las protestas en el país.
El miércoles María Paula Romo, ministra del Interior de Ecuador, se disculpó públicamente porque efectivos policiales lanzaron gases lacrimógenos por error al interior de dos universidades católicas, en las cuales se habían congregado cientos de indígenas tras ser desalojados de un parque quiteño: “Eso no volverá a pasar”.
También el miércoles, miles de indígenas fueron desalojados de un parque del centro norte capitalino por efectivos policiales que usaron abundantes gases lacrimógenos. Ese sitio había sido convertido desde el lunes en su base de operaciones para rechazar la sustancial elevación de los precios de los combustibles, a los cuales el gobierno retiró un subsidio de 1.300 millones de dólares.
El Departamento de Estado de Estados Unidos rechazó este miércoles la violencia ocurrida en las calles de Ecuador desde que el presidente Lenín Moreno anunció el alza del precio de los combustibles, la semana pasada.
“Estados Unidos está monitoreando cuidadosamente los recientes acontecimientos en Ecuador”, indica un despacho de un portavoz del departamento enviado a la Voz de América.
“Rechazamos la violencia como una forma de protesta política. El diálogo y el respeto al estado de derecho no solo son consistentes con los valores democráticos, sino que también son la mejor manera para que el pueblo ecuatoriano pueda disfrutar de una mayor prosperidad económica”, revela el comunicado.