Ministro que recomendó impeachment contra Rousseff renuncia por acusaciones de corrupción

Romero Jucá
Ministro recomendó el impeachment contra Dilma Rousseff para frenar una investigación por corrupción que salpica decenas de influyentes.

Redacción, 24 may (elmundo.cr (Agencias) – “Tiene que haber un impeachment. No hay otra salida”. La frase la decía el actual ministro de Planificación de Brasil, Romero Jucá, en marzo pasado, antes de que el Legislativo brasileño decidiera apartar de sus funciones a la presidenta Dilma Rousseff para someterla a un juicio político.

Jucá, quien entonces era senador y entró al gobierno bajo el mandato del jefe de Estado interino Michel Temer, se vio obligado a presentar su renuncia –aunque temporal–, luego de que el diario Folha de Sao Paulo publicara diálogos que la autoridad sostuvo con el ex presidente de Transpetro, Sergio Machado, en las que, según el medio, dijo que un “cambio” de gobierno llevaría a un acuerdo para “frenar el derramamiento de sangre” que significaba la investigación por corrupción en la petrolera estatal Petrobras.

De acuerdo con Folha, que no detalló la fecha ni el lugar en que ocurrió la conversación, Jucá sostuvo que el nuevo gobierno debería construir un pacto nacional “con el Supremo (Tribunal Federal, STF), con todos”. Machado respondió “así terminaría todo”, a lo que Jucá dijo “sí, se delimitaría y listo”.

La publicación generó una crisis para el gobierno de Temer, iniciado hace menos de dos semanas. El presidente interino llamó ayer a una reunión de emergencia con la cúpula política de Planalto y, según medios brasileños, algunos de sus asesores le recomendaron solicitar la renuncia de Jucá.

Durante la tarde, el ex senador anunció que abandonaría el cargo “temporalmente” y que solicitó al Ministerio Público aclarar si hubo ilegalidades en su declaración. Durante la mañana, había manifestado que los diálogos habían sido editados y publicados de contexto. Aseguró que el “derramamiento de sangre” no era las indagatorias en Petrobras, sino el estado de la economía brasileña.

Su abogado, Antonio de Almeida, sostuvo que “en ningún momento Juca habló contra la investigación o intentó interferir con ella”.

Analistas de MCM Consultores Associados dijeron en una nota que “la presión sobre Jucá, un nombre importante para la articulación de la política económica, aumentará (…) Podría haber más grabaciones”.

Una nota de Eurasia manifestaba que, aunque el flanco judicial sigue siendo un riesgo para el gobierno, la filtración “no afectará la agenda de reformas” que impulsa Temer.

Operación Lava-Jato

A medida que una impugnación del gobierno de Rousseff se hacía inminente, los analistas que miraban a Michel Temer como el probable nuevo presidente del país más poblado de América Latina concordaban en que las investigaciones por corrupción y sobornos en Petrobras serían una piedra en el zapato para la administración interina.

Las indagatorias, conocidas como Operación Lava-Jato, apuntan a políticos del Partido de los Trabajadores (PT, al que pertenece Rousseff), pero también involucran a altos dirigentes del Partido Democrático de Brasil (PMDB), en el que milita Temer.

Es en ese contexto que la Procuraduría General de la República (PGR) accedió a las conversaciones entre Machado y Jucá (ambos investigados).

El ex ministro de Planificación no es el único miembro del gabinete de Temer bajo investigación por el caso. También lo son el de Transportes, Maurício Quintella; el de Salud, Ricardo Barros; el de Relaciones Exteriores, José Serra; el de Ciencia, Gilberto Kassab; el de Deportes, Leonardo Picciani y el de Trabajo, Ronaldo Nogueira.

Cuando Dilma Rousseff ganó la segunda vuelta presidencial en 2014 y comenzó a preparar un segundo mandato, la Operación Lava Jato había generado cuestionamientos públicos a directores de la empresa y personajes secundarios en la política brasileña. No obstante, a lo largo de 2015, el cerco comenzó a cerrarse en el PT y en nombres cercanos a Rousseff, lo que determinó una fuerte baja en su popularidad.

Es el mismo riesgo que corre la administración de Michel Temer, cuyo partido, el PMDB, también está fuertemente cuestionado por el caso de corrupción.

Dentro de los investigados en la Operación Lava Jato, se encuentran el ex presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, a quien el STF decidió apartar de sus funciones. Junto con él, el presidente del Senado Federal, Renan Calheiros, también es indagado. Ambos son figuras cercanas al presidente interino.

Ayer, Temer reiteró su apoyo a la investigación.

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