Berlín, 13 sep (dpa) – El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, manifestó hoy su convicción de que Alemania todavía esté a tiempo de evitar una recesión económica en los próximos meses.
“Si los datos continúan así, entraremos en recesión. Pero una recesión no es una tormenta que se dirija hacia nosotros, en la que solo podemos decidir entre hacernos con un paraguas o salir corriendo”, declaró en un acto con empresarios.
“Por supuesto, podemos trabajar para evitarla y discutirlo de manera seria ahora”, agregó.
Opinó que, entre las medidas que puedan tomarse para evitar, amortiguar o detener de manera temporal una recesión se encuentran las ayudas económicas o el límite al precio de la energía.
“Será difícil y desafiante, pero la recesión no es una ley de la naturaleza”, consideró el político ecologista.
Los expertos esperan que la economía alemana entre en recesión en los próximos trimestres, debido a la crisis del gas por la guerra en Ucrania, las altas tasas de inflación y los persistentes cuellos de botella en los suministros.
Si el producto interior bruto (PIB) se contrae durante dos trimestres seguidos, los economistas hablan de la llamada recesión técnica. Sin embargo, esto no es comparable a una depresión económica en el conjunto del año.
Por su parte, el Instituto de Política Macroeconómica (IMK) informó hoy que la probabilidad de que se produzca una recesión en Alemania en los próximos tres meses ha aumentado hasta el 64,1 por ciento.
El indicador económico de riesgo de recesión aumentó del 57,8 al 64,1 por ciento en el plazo de un mes, informó en Düsseldorf el IMK, vinculado a la Fundación Hans Böckler, cercana a los sindicatos.
Entre las razones del incremento del indicador, el IMK citó el menor consumo privado debido a la subida de los precios de la energía y los alimentos, la menor entrada de pedidos en la industria y el menor crecimiento de la economía mundial como consecuencia de la subida de los tipos de interés en Estados Unidos.
“En los próximos meses, los elevados precios de la energía y los alimentos pesarán previsiblemente sobre el consumo, ya que la gente tendrá que ahorrar en otros ámbitos”, explicó el director del IMK, Sebastian Dullien.
El economista destacó la importancia de apoyar al poder adquisitivo de la población para estabilizar la economía.
“Esto requiere ahora aumentos salariales apropiados y medidas de alivio por parte del Gobierno, como una rápida aplicación del freno al precio de la electricidad y un tope al precio del gas para el consumo básico”, agregó.