Más de un millar de personas se congregaron en la plaza de Sihhiye de Ankara para honrar la memoria de las 95 personas que fallecieron el sábado en una estación de tren cuando participaban en una manifestación pacifista, según cifras oficiales. Según el gobierno, 246 personas resultaron heridas.
El prokurdo opositor Partido Democrático del Pueblo (HDP), uno de los organizadores de la manifestación, aseguró sin embargo que la cifra de fallecidos aumentó a 122. Un funcionario dijo a dpa en condición de anonimato que el número podría aumentar y habló de 500 heridos. Se trata del atentado más sangriento de la historia moderna del país.
Dos artefactos estallaron en la estación de tren en medio de los congregados a una marcha pacifista convocada por organizaciones críticas con el gobierno. El HDP se considera el blanco del ataque y lanzado graves acusaciones contra la cúpula política del país, pero hasta el momento nadie se atribuyó la autoría del ataque. El primer ministro apuntó ayer que todo a punta aun ataque suicida tras el cual podría estar la milicia terrorista Estado Islámico.
Mientras tanto, el líder del mayor partido opositor, el socialdemócrata CHP, Kemal Kilicdaroglu, exigió la dimisión de los ministros de Interior y Justicia.
En la noche del sábado miles de personas se manifestaron también en Estambul contra el gobierno turco. Algunos llamaban al ilegalizado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) a vengarse por lo ocurrido.
Varios sindicatos críticos con el gobierno anunciaron una huelga de dos días. “Para honrar a nuestros compañeros muertos y protestar contra esta masacre fascista, a partir de mañana haremos en huelga”, señalan en el comunicado difundido hoy. Además pidieron a todos los partidos políticos, a los trabajadores y a las organizaciones laborales que secunden la acción.
La manifestación atacada el sábado protestaba por la escalada de violencia en los últimos meses en Turquía entre el gobierno y el PKK, entre otros motivos.
Pese a ello, la Fuerza Aérea turca volvió a atacar hoy posiciones del PKK, matando a 35 combatientes, después de que éste anunciara el sábado que renunciaba a los ataques hasta la celebración de las elecciones legislativas el 1 de noviembre. Para ello puso la condición de que no “se produzcan ataques contra el movimiento, el pueblo kurdo y las fuerzas de la guerrilla”. La organización no habló de un alto el fuego.
El Ejército turco informó hoy que se han bombardeado escondites del PKK en el norte de Irak. Además, el sábado murieron 14 combatientes del PKK en ataques aéreos en la provincia de Diyarbakir, en sureste de Turquía. La agencia de noticias estatal Anadolu aseguró que dos soldados murieron en una operación contra el PKK en la provincia de Erzurum, en el este del país.
El viceprimer ministro Yalcin Akdogan había anunciado antes que las fuerzas de seguridad iban a continuar con sus ataques contra el PKK aun cuando hubiese un alto el fuego unilateral por parte de los kurdos.
El conflicto entre el gobierno turco y el PKK escaló desde finales de julio, cuando se puso fin a más de dos años de alto el fuego.