París, 26 nov (elmundo.cr) – Durante el pasado fin de semana los “chalecos amarillos” volvieron a protestar por el aumento del precio de combustibles en Francia.
El nombre “chalecos amarillos” se debe a las chaquetas fluorescentes que todos los conductores de Francia deben llevar en sus vehículos.
Los miles de manifestantes fueron recibidos por la policía con gases y chorros de agua para que no se acercaran a la residencia del presidente Emmanuel Macron a pedir su dimisión.
Macron introdujo el año pasado impuestos sobre el diésel y la gasolina, como una forma para incentivar la compra de vehículos ecológicos.
Los disturbios han dejado dos muertos y 606 heridos dentro de territorio francés, según informó el pasado jueves el Ministerio del Interior.