Nueva York, 29 oct (VOA) – Dos países latinoamericanos, México y Brasil, aparecen en la lista de las 13 naciones que encabezan el Índice Global de Impunidad 2019 divulgado este martes por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
El informe dice que México, hasta la fecha, es el peor país para los periodistas este año, donde se ha visto empeorar su tasa de impunidad anualmente desde 2008, en medio de una campaña de terror de las bandas criminales contra la prensa.
De al menos 31 asesinatos de periodistas ocurridos en México en el período que abarca el índice, las autoridades han logrado solamente una convicción.
Colombia es el único país que salió del índice desde el año pasado.
Según el reporte, el presidente Iván Duque anunció en diciembre que el líder de un grupo de narcotraficantes acusado de asesinar a dos periodistas y su chofer murió en una operación de la policía y los militares cerca de la frontera con Ecuador.
Somalia encabeza la lista de impunidad del Comité para la Protección de los Periodistas por quinto año consecutivo.
Le siguen Siria, Irak, Sudán del Sur y Filipinas.
Los 13 países que aparecen en la lista representan una mezcla de regiones azotadas por conflictos y países más estables donde los grupos criminales, funcionarios de gobiernos, políticos y otros actores poderosos recurren a la violencia para silenciar los reportes críticos e investigativos. La corrupción descontrolada, instituciones ineficientes y falta de voluntad política para respaldar investigaciones robustas son todos factores detrás de la impunidad, dice el CPJ.
Durante el período de 10 años del índice que terminó en agosto de 2019, 318 periodistas fueron asesinados por su trabajo en todo el mundo y en el 86 por ciento de los casos nadie fue llevado ante la justicia por estos casos, dice el informe.
Elisabeth Witchel, consultora sobre la impunidad del Comité para la Protección de los Periodistas, dijo a la corresponsal de la VOA Laura Sepúlveda que la mayoría de los crímenes contra periodistas son cometidos por grupos militares o militantes en áreas de conflicto, donde es difícil capturar y enjuiciar a los culpables.
Sin embargo, lo más perturbadores son los que ocurren en países y democracias más estables y con instituciones que podrían procesar a personas conectadas con esos crímenes, y señaló como ejemplos a México, Etiopía y la India.
A una pregunta sobre México, Witchel respondió que la mayoría de los crímenes contra periodistas en México ocurren en áreas de mucha actividad de narcotraficantes y también mencionó casos que han ocurrido relacionados con reportes de vínculos de políticos con delincuentes.
La reportera señaló también por qué otros países del continente americano donde se han registrado casos de persecución a los periodistas y donde hacer periodismo se está haciendo peligroso, como Nicaragua y Venezuela, no están mencionados en el informe.
Según Witchel, el Índice Global de Impunidad está basado en al menos cinco asesinatos de periodistas no juzgados o resueltos en cada país en los últimos 12 años, y en otras naciones del hemisferio no se llega a esa cifra.
Aunque los países de la lista reflejan los patrones más arraigados de violencia e impunidad, se ha convertido en un hecho con el tiempo que incluso el asesinato de un periodista puede tener un efecto impactante y que cuando los responsables escapan a la justicia se amplifica la intimidación.