Ciudad de México, 24 dic (VOA) – México cerrará el 2017 como el año más violento en dos décadas, según datos oficiales que cifraron los homicidios dolosos entre enero y noviembre de este año en 23,101, un dolor de cabeza para el presidente Enrique Peña Nieto, quien prometió mitigar la violencia en el país.
En los primeros 11 meses del año, los homicidios superaron el récord de los 22,409 registrados en todo el 2011, de acuerdo a cifras oficiales difundidas la noche del viernes.
En 2006, el expresidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva militar contra el narcotráfico que detonó la violencia en varias partes del país. Peña, quien lo sucedió en 2012, prometió acabar con la violencia ligada al narcotráfico al asumir el cargo.
Pero según las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, sólo en noviembre se reportaron 2,212 asesinatos, mientras que en octubre se alcanzó un récord de 2,380 homicidios convirtiéndose, hasta la fecha, en el mes más violento desde que se llevan registros.
A pesar de que la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes también se incrementó a 18.7, la cifra dista de las registradas en El Salvador o Venezuela, que superan los 70 homicidios por cada 100,000 habitantes.
Según expertos, entre las causas que explican la creciente violencia vivida en 2017 están la fragmentación de los cárteles del narcotráfico en células cada vez más pequeñas y violentas.
En un intento por atajar el problema, el Congreso mexicano aprobó días atrás una ley que amplía las facultades de las fuerzas armadas para actuar en casos de seguridad interna.
Sin embargo, la ley ha generado polémica en organizaciones de derechos humanos y Naciones Unidas, que aseguraron que busca militarizar el país y provocaría más violaciones de derechos humanos.