Nueva York, 17 nov (VOA) – Más estados de Estados Unidos se están sumando a las restricciones y otras medidas para luchar contra una nueva ola de infecciones de la pandemia de coronavirus que no aparenta tener fin.
Un reciente aumento de nuevos casos a lo largo y ancho del país tiene alarmadas a las autoridades, y la llegada de las temperaturas más frías del otoño y el invierno, junto a la temporada de fiestas de la época, hacen temer un regreso a las estrictas medidas tomadas al inicio de la pandemia en marzo pasado.
Estados Unidos acumula hasta la fecha más de 11 millones de casos de COVID-19 y 247.229 muertes por la enfermedad, según cifras de la Universidad Johns Hopkins Durante la semana pasada, el país registró un promedio de casi 150.000 casos diarios.
En Iowa, el gobernador Kim Reynolds ordenó el lunes que todas las reuniones en interiores están limitadas a 15 personas, así como uso obligatorio de máscaras para quienes no puedan distanciarse de otras personas bajo techo por más de 15 minutos. Además, todos los restaurantes y bares deben cerrar a las 10:00 de la noche.
“Si los residentes no hacen esto, todos perdemos”, dijo Reynolds en una conferencia de prensa. “Los negocios cerrarán de nuevo, muchas escuelas estarán forzadas a regresar a las clases virtuales, nuestro sistema de salud fallará y el costo de vidas humanas será alto”.
En California, el gobernador Gavin Newsom fue más lejos, suspendiendo todos los servicios interiores de bares y restaurantes y requiriendo que todas las personas usen máscaras fuera de sus hogares, con muy pocas excepciones.
Las restricciones se aplican a 40 de los 58 condados de California.
Nueva Jersey aplicó también límites a las reuniones de personas de diferentes hogares, mientas la ciudad de Filadelfia, en Pensilvania, prohibió todas las reuniones bajo techo entre personas de diferentes núcleos familiares.
El aumento de los casos está afectando también a los sistemas de atención de la salud, con la mitad de los estados reportando nuevos repuntes de las hospitalizaciones.
Algunos comercios minoristas han reintroducido las precauciones de seguridad en las líneas de clientes para entrar en las tiendas y limitado la compra de artículos como los gel para las manos, papel de baño y toallas desinfectantes para impedir los acaparamientos.
Otros buscan, sin embargo, expandir su negocio. Las salas de cine en la ciudad de Nueva York están pidiendo permiso para reabrir, mientras que los propietarios de restaurantes en Massachusetts quieren atender a más clientes en las noches.
En una llamada telefónica el lunes, el vicepresidente Mike Pence, quien encabeza el equipo de respuesta al coronavirus de la administración Trump, exhortó a los gobernadores decirles a los residentes que el país nunca ha estado mejor preparado para lidiar con la COVID-19.
Pence dijo que hay una gran cantidad de equipos de protección personal y recordó los resultados de dos posibles vacunas.
Por otra parte, el proyectado presidente electo, Joe Biden, dijo a los reporteros el lunes que la negativa de la administración Trump de coordinar con su equipo de transición tendrá graves consecuencias para la respuesta del gobierno a la pandemia cuando su nueva administración tome posesión en enero.
Biden mencionó la tarea de distribuir cualquier vacuna que se apruebe y dijo que si su equipo no tiene acceso a proceso actual de planeamiento este proceso se retrasará por más de un mes o mes y medio.
“Más personas morirán si no coordinamos”, dijo Biden.