Roma/París/Atenas, 4 may (dpa) – La Marina y la guardia costera rescataron este fin de semana a más de 6.500 inmigrantes en el Mediterráneo, entre ellos una mujer que dio a luz a una niña poco después de ser auxiliada, al tiempo que hubo diez muertos, informaron las autoridades italianas y griegas.
La madre y el bebé “están en buen estado de salud”, comunicaron este lunes las autoridades italianas después de que ambas fueran trasladadas durante la noche en el barco patrulla “Bettica”.
Al mismo tiempo, los servicios de rescate informaron del hallazgo de siete personas muertas en dos botes neumáticos totalmente sobrecargados, que fueron ubicados a 45 y 35 millas náuticas (83 y 64 kilómetros) al noreste de la capital de Libia, Trípoli. Otros tres inmigrantes se ahogaron cuando saltaron al agua para alcanzar un barco que se dirigía a auxiliarlos.
La Guardia Costera italiana, que coordina los rescates, dijo que 2.861 personas fueron recogidas el domingo en 17 operaciones, mientras que el sábado 3.690 personas fueron rescatadas.
Cientos de refugiados fueron trasladados a bordo de diferentes barcos en dirección a Italia. Tres presuntos traficantes de personas fueron detenidos.
Según Flavio Di Giacomo, portavoz de la oficina de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Roma, este año ya llegaron a Italia unos 30.000 inmigrantes por aguas del Mediterráneo, mientras que entre enero y abril de 2014 ingresaron 27.000 refugiados.
“No es una gran diferencia. Lo que es realmente sorprendente y novedoso es que desde mediados de abril llega un gran número de personas en poco tiempo. Antes, la llegada de inmigrantes se extendía más en el tiempo”, agregó Di Giacomo.
El portavoz dijo que esta tendencia está añadiendo presión a la guardia costera italiana, y reforzó la necesidad de una presencia internacional de rescate entre las costas italianas y del norte de África.
La guardia costera griega rescató a su vez hasta el domingo al mediodía en el Egeo a casi 530 inmigrantes más, que habían llegado a las islas de Lesbos, Quíos, Farmakonisi, Samos y Kos. La mayoría de los refugiados procedían de Siria, Somalia y Afganistán, informaron los medios griegos.
También por el Egeo hay rutas que utilizan los traficantes de personas para hacer llegar hasta Grecia a los inmigrantes. Los centros de acogida griegos están desbordados, al igual que los italianos, pero la mayoría de los refugiados que consigue llegar y quedarse se traslada luego a Europa central. Con la llegada del buen tiempo las bandas criminales están haciendo un gran negocio, comentó el domingo a dpa un oficial de la guardia costera griega.
Barcos de Francia y de Alemania se han sumado a la operación europea “Tritón” de rescate de inmigrantes. El patrullero francés “Commandant Birot”, que se sumó a las misiones de los italianos, socorrió el sábado a tres pateras al norte de la costa de Libia.
Pese a la noticia de la muerte de unas 800 personas ocurrida hace unas dos semanas en la peor tragedia de este tipo en el Mediterráneo, los refugiados siguen lanzándose al mar para tratar de llegar a Europa. La mayoría de los inmigrantes parte estos días desde Libia aprovechando el buen tiempo.
Libia, en tanto, advirtió a la UE contra los planes de atacar los barcos que trafican estas personas. El alcalde de Trípoli, Mahdi al Harati, dijo al periódico “Times of Malta” que tal acción sería “criminal”.
“Niños y las mujeres viven en estas zonas (costeras)”, dijo al Harati. “Incluso si atacaran solo a los barcos, ¿qué van a resolver? Los traficantes trasladarán su negocio a otra parte”, insistió. “Lo que necesitamos es la cooperación y la coordinación entre la guardia costera que opera en Libia y las autoridades en Europa”.
El país del norte de África se ha convertido en una plataforma de lanzamiento para la inmensa mayoría de inmigrantes con destino a Europa. El país está dividido entre dos gobiernos rivales, cada uno apoyado por diferentes milicias. Sólo uno, con sede en Tobruk, es reconocido por la comunidad internacional. Ninguno de ellos pudo hasta ahora detener los barcos de inmigrantes.
Por su parte, el ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, que viajó a Sicilia para discutir la crisis de migración con las fuerzas de seguridad local, dijo que Italia estaba “pagando el precio” del caos de Libia y pidió ayuda a la comunidad internacional para “romper” las redes de tráfico de migrantes.
Italia es el país más afectado. En 2014 llegaron allí 170.000 inmigrantes, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y para este año se estima que la cifra será mayor.
A causa del drama fue convocada una cumbre de emergencia de los jefes de Estado y de gobierno para ampliar la operación de rescate y la lucha contra los traficantes de personas. Según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han muerto en el Mediterráneo en lo que va del año al menos 1.780 personas.