Ginebra, 1 dic (NoticiasONU) – “Los mitos y las ideas equivocadas” sobre el VIH y el SIDA persisten y contribuyen al estigma y la discriminación en el lugar de trabajo, declaró el martes la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
A pesar de que la tolerancia de la gente a la enfermedad ha mejorado en los más de 40 años transcurridos desde el inicio de la epidemia de SIDA, una encuesta realizada a 55.000 personas en 50 países revela que sólo una de cada dos personas sabe que el VIH no se transmite al compartir el baño; cuatro de cada diez cree que no se debería permitir a las personas que viven con el VIH trabajar directamente con quienes no lo tienen, y hasta seis de cada diez personas apoyan la obligatoriedad de las pruebas del VIH antes de poder trabajar.
“Resulta sorprendente que, tras 40 años de epidemia de VIH y SIDA, los mitos y las ideas erróneas sigan estando tan extendidos”, afirmó Chidi King, directora de la Subdivisión de Género, Igualdad, Diversidad e Inclusión de la Organización Internacional del Trabajo.
Prevención y educación
“La falta de información básica sobre cómo se transmite el VIH está alimentando el estigma y la discriminación. Esta encuesta es una llamada de atención para que se revitalicen los programas de prevención y educación sobre el VIH” y el mundo del trabajo desempeña un papel fundamental.
La marginación en el mundo laboral empuja a los seropositivos a la pobreza, sostuvo King.
El informe de la Organización Internacional del Trabajo y la empresa de sondeos de opinión Gallup International revela que las actitudes discriminatorias se ven alimentadas por la falta de conocimientos sobre la transmisión del VIH.
A finales de 2020, aproximadamente 38 millones de personas vivían con el VIH en todo el mundo, con 1,5 millones de nuevos infectados ese mismo año, y aproximadamente 680.000 personas morían por enfermedades relacionadas con el SIDA, según la encuesta. A pesar de los progresos realizados, la pandemia de coronavirus ha agravado la situación.
El COVID-19
“La pandemia de COVID-19 ha hecho retroceder sin duda algunos de los esfuerzos y progresos alcanzados para erradicar el VIH, con lo que ahora es más urgente redoblar esos esfuerzos”, dijo King.
La pandemia ha afectado no solo a los enfermos sino también a sus cuidadores. La falta de ciertos servicios ha supuesto una sobrecarga en los cuidadores, afectando sobre todo a las mujeres y, en algunos casos, a las niñas.
Asia y el Pacífico en el punto de mira
La encuesta muestra que la tolerancia más baja para trabajar directamente con personas con VIH se encontraba en Asia y el Pacífico, seguida de Oriente Medio y el Norte de África.
Las regiones con actitudes más positivas fueron África oriental y meridional, donde casi el 90% de los encuestados dijo que se sentiría cómodo trabajando directamente con personas con el VIH.
Los niveles educativos más altos también se asociaron con una predisposición a trabajar con personas que viven con el VIH.
Recomendaciones
El informe ofrece también una serie de recomendaciones, entre las que se incluyen:
- la puesta en marcha de programas sobre el VIH para fomentar un mejor conocimiento entre los trabajadores de las formas de transmisión del VIH
- la mejora del ámbito jurídico y político en torno al VIH para proteger los derechos de los trabajadores
- la abolición de las pruebas obligatorias del VIH
- la mejora del acceso a la protección social y el tratamiento de la violencia y el acoso que pueden derivarse del estigma y la discriminación
“El lugar de trabajo juega un papel clave en el tema educativo”, dijo King a los periodistas en Ginebra. “Los trabajadores y los empresarios tienen sin duda un papel que desempeñar. El diálogo social es un mecanismo clave a través del cual se pueden elaborar políticas y materiales y productos con el fin de sensibilizar, asegurando que las políticas de contratación no discriminen a las personas con VIH/SIDA. Los gobiernos también son claves en términos de un compromiso más amplio”.
Enfrentarse a las desigualdades y acabar con la discriminación es fundamental para acabar con el SIDA, según el informe, especialmente durante la actual pandemia de COVID-19.