Niamey, 6 ago (elmundo.cr) – Miles de simpatizantes de los líderes golpistas de Níger acudieron el domingo a un estadio en la capital Niamey, aparentemente impertérritos ante la amenaza de una intervención militar del bloque regional de África occidental cuando expira su ultimátum para restituir al presidente.
En las calles de Niamey también hubo muestras esporádicas de apoyo a la junta, que ha dicho que no cederá a la presión externa para que renuncie tras la toma del poder del 26 de julio. No hubo signos de oposición.
El séptimo golpe en África occidental y central en tres años ha sacudido la región del Sahel, una de las más pobres del mundo. Dada su riqueza en uranio y petróleo y su papel fundamental en una guerra contra los militantes islamistas, Níger tiene importancia para EEUU, Europa, China y Rusia.
Vítores ondulantes recibieron cada frase de un discurso leído por un representante de la nueva administración encabezada por el ejército ante la multitud reunida en el estadio, quien enfatizó la determinación de la junta de permanecer en el poder.
“Las fuerzas oscurantistas que se oponen al progreso de Níger acechan en las sombras”, dijo Mohamed Toumba. “Estaremos contigo contra ellos”.
Los jefes de defensa de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS, por sus siglas en inglés) acordaron una acción militar, incluido cuándo y dónde atacar, si el presidente detenido, Mohamed Bazoum, no es liberado y reincorporado antes del domingo.
ECOWAS no respondió a una solicitud de comentarios sobre cuáles serían sus próximos pasos, o cuándo exactamente el domingo vence su plazo. Un portavoz dijo que emitiría un comunicado al final del día.
Más de 100 simpatizantes de la junta organizaron un piquete cerca de una base aérea en Niamey, como parte de un movimiento ciudadano para ofrecer resistencia no violenta en apoyo de la junta si es necesario.
Mientras los organizadores dirigían cánticos de ‘Vive Niger’, gran parte de la emoción parecía estar dirigida contra la CEDEAO y la antigua potencia colonial Francia, que dijo el sábado que apoyaría los esfuerzos regionales para derrocar el golpe, sin especificar si eso incluía asistencia militar.
“El pueblo de Níger ha entendido que estos imperialistas quieren provocar nuestra desaparición. Y si Dios quiere, serán ellos los que sufran por ello”, dijo el jubilado Amadou Adamou.
Las transmisiones televisivas del domingo incluyeron un debate de mesa redonda sobre el fomento de la solidaridad frente a las sanciones de la CEDEAO, que han provocado cortes de energía y un aumento vertiginoso de los precios de los alimentos.
La amenaza militar del bloque ha provocado temores de más conflictos en una región que ya lucha contra la letal insurgencia islámica que ha matado a miles y obligado a huir a millones.
Cualquier intervención militar podría verse complicada por la promesa de las juntas de los vecinos Malí y Burkina Faso de acudir en defensa de Níger si es necesario.
El primer ministro de Bazoum, Ouhoumoudou Mahamadou, dijo el sábado en París que el régimen derrocado aún cree que es posible llegar a un acuerdo de última hora .
El domingo, Italia dijo que había reducido el número de sus tropas en Níger para hacer espacio en su base militar para los civiles italianos que podrían necesitar protección si la seguridad se deteriora.
