Ginebra, 18 jul (NoticiasONU) – En 2022, la vacunas básicas alcanzaron a cuatro millones de niños más que el año anterior, a medida que los países redoblaron su trabajo para revertir el retroceso de la cobertura vacunal resultado de la pandemia de COVID-19, que interrumpió los servicios de inmunización de rutina.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) informaron que pese a esa mejora, 20,5 millones de niños no recibieron una o más inoculaciones de rutina, un número aún mayor que los 18,4 millones de menores de edad que no tenían su pauta completa de vacunación en 2019, antes de las interrupciones causadas por la pandemia.
Los organismos de la ONU destacaron que los niños sin vacunación viven, sobre todo, en los países de renta baja, lo que los coloca en grave riesgo de brotes de enfermedades prevenibles.
Persisten las desigualdades
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, encomió la ardua labor de las autoridades y trabajadores para restaurar los servicios de inmunización tras dos años de atraso.
No obstante, hizo hincapié en que los promedios globales y regionales “no cuentan toda la historia y enmascaran desigualdades graves y persistentes. Cuando los países y las regiones se quedan atrás, los niños pagan el precio”, dijo Tedros.
En este sentido, las agencia explicaron que la recuperación en la inmunización mundial no ha sido pareja y que la mejora se ha concentrado en pocos países. Detallaron que el avance en países con recursos y población infantil numerosa, como India e Indonesia, encubre una recuperación más lenta o incluso disminuciones continuas en la mayoría de los países de bajos ingresos, especialmente para la vacunación contra el sarampión.
De los 73 países que registraron disminuciones sustanciales en la cobertura durante la pandemia, 15 se recuperaron a los niveles previos a la emergencia, 24 están en camino a la recuperación, y 34 se han estancado o continúan disminuyendo.
Pilar de la atención primaria de salud
A este respecto, la ONU recordó que la inmunización de rutina es un pilar fundamental de la atención primaria de la salud y que permite avanzar en otros sectores sanitarios relacionados.
La OMS y UNICEF especificaron que la vacunación contra el sarampión, uno de los patógenos más infecciosos, no se ha recuperado tan bien como otras vacunas, lo que pone a 35,2 millones de niños más en riesgo de infección por sarampión. El año pasado, 21,9 millones de niños no recibieron la vacuna de rutina contra esa enfermedad en su primer año de vida, mientras que otros 13,3 millones no recibieron su segunda dosis, lo que coloca a los niños en comunidades con vacunación insuficiente en riesgo de brotes.
La directora ejecutiva de UNICEF afirmó que detrás de las cifras positivas hay una grave advertencia.
Los virus no conocen fronteras
“Hasta que más países reparen las brechas en la cobertura de inmunización de rutina, los niños de todas partes seguirán en riesgo de contraer y morir por enfermedades que podemos prevenir. Los virus como el sarampión no reconocen fronteras. Se deben redoblar los esfuerzos con urgencia para recuperar a los niños que no se vacunaron, al mismo tiempo que se restablecen y mejoran aún más los servicios de inmunización desde los niveles previos a la pandemia”, alertó Catherine Russell.
Los organismos precisaron que los países con una cobertura vacunal constante y sostenida en los años anteriores a la pandemia han podido estabilizar mejor los servicios de inmunización desde entonces, según indican los datos. Por ejemplo, el sur de Asia, que informó aumentos graduales y continuos en la cobertura en la década anterior a la pandemia, ha demostrado una recuperación más rápida y sólida que las regiones que sufrieron caídas prolongadas, como América Latina y el Caribe. La región africana está rezagada en su recuperación.
Impulsar los esfuerzos
Todo esto evidencia la necesidad de impulsar los esfuerzos de recuperación y fortalecimiento del sistema de inmunización mundial, apuntaron las agencias en un comunicado conjunto.
Para acelerar la recuperación de las inmunizaciones, la OMS y UNICEF, al igual que Gavi, la alianza para las vacunas, y otros socios pidieron:
- Redoblar el compromiso de aumentar el financiamiento para la inmunización y trabajar con las partes interesadas para desbloquear los recursos disponibles para restaurar urgentemente los servicios interrumpidos y sobrecargados
- Desarrollar nuevas políticas que permitan que las inmunizaciones lleguen a los niños que nacieron justo antes o durante la pandemia y que están superando la edad en que serían inoculados por los servicios de inmunización de rutina
- Fortalecer los servicios de inmunización y atención primaria de la salud, incluidos los sistemas de salud comunitarios, y abordar los desafíos sistémicos de inmunización para corregir el estancamiento a largo plazo en la vacunación y llegar a los niños más marginados
- Desarrollar y mantener la confianza y aceptación de las vacunas a través del compromiso con las comunidades y los proveedores de salud