Roma, 27 ago (elmundo.cr) – Los bosques y los árboles desempeñan un papel fundamental para satisfacer la creciente demanda mundial de agua, y deben ser gestionados en favor de los servicios ecosistémicos relacionados con el agua, según una nueva guía publicada conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO), el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, el Servicio Forestal de los Estados Unidos y otros asociados, y presentada hoy en la Semana Mundial del Agua.
La guía, titulada A Guide to Forest-Water Management (Guía para la gestión de los bosques y el agua) es la primera publicación mundial completa que ofrece orientación sobre la contribución de los bosques a un enfoque holístico de la gestión de los recursos hídricos, que incluye la gestión, el seguimiento y la valoración de los bosques para la prestación de servicios ecosistémicos relacionados con el agua.
Las cuencas hidrográficas boscosas contribuyen sustancialmente al agua dulce accesible en el mundo para usos agrícolas, industriales, ambientales y domésticos, y las principales ciudades del mundo dependen cada vez más del agua de estas cuencas. Dos tercios del suministro de agua de las ciudades se beneficiarían de contar con una mayor calidad del agua gracias a una mejor gestión forestal, lo que incluye protección, restauración o reducción de la carga de combustible en los bosques a fin de reducir al mínimo el riesgo de incendios.
“La seguridad hídrica es un importante desafío mundial, que tiene repercusiones en la agricultura, la producción de energía, las necesidades básicas de la población y los ecosistemas de apoyo”, dijo la Directora General Adjunta de la FAO, Sra. María Helena Semedo. “El doble desafío del cambio climático y el aumento de la población está acrecentando la presión sobre nuestros ecosistemas. Tenemos que reconocer que los bosques desempeñan un papel clave en la seguridad hídrica y priorizar el agua en las decisiones en materia de gestión y gobernanza forestal”, agregó.
Agua dulce accesible
La conexión entre los bosques y el agua es esencial para cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, especialmente los Objetivos 6 (Agua limpia y saneamiento), 14 (Vida submarina), 15 (Vida de ecosistemas terrestres) y 13 (Acción por el clima).
Los bosques y los árboles son un componente esencial del ciclo del agua. También desempeñan un importante papel en la regulación de la cantidad, la calidad y la periodicidad del agua, y ofrecen funciones de protección contra la erosión del suelo y las costas, las inundaciones y las avalanchas, conocidas en su conjunto como servicios ecosistémicos relacionados con el agua.
Según la Evaluación de los recursos forestales mundiales 2020 de la FAO, solo el 12 % de los bosques del mundo se gestionan con la protección del suelo y el agua como objetivo principal.
La guía insta a mejorar la gestión forestal, dando prioridad a la prestación de los servicios ecosistémicos relacionados con el agua. Esto es necesario para garantizar que los bosques también alcancen su pleno potencial como solución basada en la naturaleza para abordar la seguridad hídrica, ayudando a garantizar agua de calidad suficiente para sostener comunidades y ecosistemas resilientes.
“Estamos convencidos de que la valoración de los servicios ecosistémicos es el punto de partida para la gestión de los bosques y todos los beneficios que proporcionan”, afirmó el Sr. Shirong Liu, Vicepresidente de la IUFRO y Coordinador Adjunto del Grupo de tareas de la IUFRO sobre las interacciones entre los bosques y el agua en un entorno cambiante.
Orientación práctica
La nueva guía está dirigida a los profesionales de los recursos naturales con el objetivo de mantener y gestionar activamente los bosques en favor de la prestación de servicios hídricos y de hacer participar en este compromiso a la comunidad, los responsables de la formulación de políticas y los inversionistas.
En la guía se revisan técnicas y metodologías emergentes, se ofrecen orientación práctica y recomendaciones sobre cómo gestionar los bosques en favor de los servicios ecosistémicos relacionados con el agua, y se presentan estudios de casos de ecosistemas en los que los dos recursos están fuertemente conectados, como los manglares, las turberas, las tierras secas y los bosques tropicales de zonas nubosas.
En la publicación, también se plantea que la ciencia ciudadana -la participación del público en la investigación científica y el seguimiento– y las nuevas herramientas de Internet pueden ayudar a mejorar la evaluación de los bosques y el agua y, a su vez, influir positivamente en las decisiones en materia de políticas y de gestión. En particular, el Sistema de acceso, procesamiento y análisis de datos de observación de la Tierra para el monitoreo de la superficie terrestre (SEPAL) de la FAO, que se basa en tecnologías de procesamiento de imágenes fáciles de utilizar, y sus herramientas relacionadas con los Servicios ecosistémicos del agua en los bosques y paisajes (FL-WES), se destacan como nuevas formas de seguimiento y presentación de informes sobre el nexo entre los bosques y el agua. También se describe un mecanismo de distribución de beneficios y cooperación entre los sectores de los bosques y del agua, denominado sistema de pago por servicios ambientales en cuencas hidrográficas.
En relación con este informe, la FAO y el Instituto Hídrico Internacional de Estocolmo han elaborado un curso de aprendizaje electrónico sobre el nexo entre los bosques y el agua (Forest and Water Nexus), presentado también esta semana, para ayudar a la gente a entender los vínculos entre los bosques y el agua y la manera en que se traducen en beneficios para las personas y el planeta.
Estos nuevos productos se suman a la amplia colección de orientaciones y herramientas de la FAO sobre la gestión de los recursos hídricos.