Múnich/Ciudad de Panamá, 7 may (dpa) – La fuente que reveló la existencia de unas 200.000 sociedades offshore fundadas por el despacho legal panameño Mossack Fonseca en documentos conocidos como “Panama Papers” expuso sus motivos en una especie de manifiesto que publicó ayer en su página web el diario alemán “Süddeutsche Zeitung”.
La fuente, que se llama a sí misma “John Doe”, sostuvo que a pesar de no ser siempre ilegales, las sociedades offshore sirven con frecuencia para cometer delitos.
“Decidí exponer a Mossack Fonseca porque pensaba que sus fundadores, sus empleados y clientes deberían responder por su papel en estos delitos, de los cuales sólo algunos han salido hasta ahora a la luz”, argumentó. “Llevará años, posiblemente décadas, para que se conozca la dimensión cabal de los actos sórdidos de la empresa”.
La publicación de la información sobre las cuentas de sociedades opacas en paraísos fiscales dio pie a investigaciones en muchos países y reabrió el debate sobre los santuarios fiscales y el lavado de dinero.
“Más que un mero engranaje en la maquinaria de la ‘gestión de patrimonio’, Mossack Fonseca utilizó su inflencia para redactar e interpretar leyes a su manera en todo el mundo para favorecer los interesess de criminales en un período de décadas”, afirmó sobre el despacho legal panameño.
“John Doe” no dio pistas sobre cómo accedió a 2,6 terabytes de datos del despacho legal. Aseguró que no trabaja ni trabajó “para ningún gobierno ni servicio secreto, directamente o como subcontratista”.
“Es mi punto de vista enteramente personal y fue mi decisión compartir los documentos con el Süddeutsche Zeitung y con el Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos (ICIJ), no por ningún motivo político específico sino simplemente porque comprendí lo suficiente de su contenido como para darme cuenta del nivel de injusticias que describían”, señaló.
La fuente afirmó que “el despacho legal, sus fundadores y empleados violaron de forma deliberada y reiterada una miríada de leyes en todo el mundo. Públicamente alegaron su ignorancia, pero los documentos muestran un conocimiento detallado y un comportamiento incorrecto deliberado”.
“Por lo menos sabemos que Mossack personalmente cometió perjurio frente a una corte federal en Nevada y sabemos también que su equipo de tecnología de la información intentó encubrir sus mentiras. Todos debieran ser perseguidos de la forma correspondiente y sin trato especial”, demandó.
“John Doe” también fustigó la situación de quienes arriesgaron su vida para filtrar información para sacar a la luz injusticias e irregularidades como el estadounidense Edward Snowden.
También llamó a “la Comisión Europea, el Parlamento británico, el Congreso de Estados Unidos y a todas las naciones a tomar acciones a la brevedad no solamente para proteger a los ‘whistleblowers’ sino también a poner fin al abuso global de los registros de empresas”.
“En la Unión Europea, el registro de sociedades de cada Estado miembro debiera ser de libre acceso”, prosiguió.
Mossack Fonseca sospecha que su servidor fue atacado por hackers. Expertos en tecnología de la información dudan de que haya podido ser robada desde fuera una cantidad tan grande de datos.
El despacho comunicó el jueves que tratará de impedir la publicación de los datos anunciada por el consorcio de periodistas de investigación ICIJ. La organización planea poner en la red un banco de datos interactivo con las informaciones de las sociedades offshore.
“Nos hemos visto forzados a tomar acciones contundentes”, advirtió en un comunicado emitido el jueves. El bufete señaló que envió una carta de “cease an desist” (cese y desista) para instar a la organización “a desistir de dicha acción, ya que se basa en un robo de información y una violación al tratado de confidencialidad entre clientes y abogado”.