Texas, 6 set (VOA) – La dramática caída en el número de visas temporales de trabajo a inmigrantes durante la pandemia podría haberle costado a Estados Unidos al menos 82.000 millones de dólares al año en 2020 y 2021, según un estudio de expertos de la Rice University, en Texas.
El cierre de embajadas y consulados como resultado de las restricciones por el COVID-19 provocó que dejaran de emitirse en EEUU visas para un estimado de 2 millones de migrantes en edad laboral, lo cual influyó negativamente en la disponibilidad de trabajadores.
Después de la cifra récord de 813.330 visas temporales de trabajo concedidas por el Gobierno estadounidense en 2019, el total disminuyó hasta 566.000 en 2020, en el peor momento de la pandemia de COVID-19. La cifra se mantuvo en 566.001 en 2021, según datos del Departamento de Estado.
La reducción en el número de visas temporales de trabajo para inmigrantes “dañó la economía de Estados Unidos”, señaló el economista e investigador de la Rice University José Iván Rodríguez-Sánchez, en un artículo publicado en The Conversation, una fuente independiente de análisis y comentarios de expertos académicos. Según sus cálculos, “el costo total estuvo cerca del 0,4% del producto interno bruto doméstico anual, al menos 82.000 millones de dólares por año en 2020 y 2021”.
Los inmigrantes son la fuerza laboral que usualmente ocupa posiciones denominadas indispensables o de primera línea, en su mayoría con un alto requerimiento físico y poca remuneración. Muchos recurren al mercado informal para subsistir.
Datos de la Cámara de Comercio de Estados Unidos estiman que el cierre de negocios durante lo peor de la pandemia de COVID-19 provocó que unos 30 millones de trabajadores perdieran sus empleos, una situación que dos años después ya ha mejorado, aunque no del todo.
En 2021, EEUU vio un inédito aumento de 3,8 millones de empleos a los ya disponibles, sin embargo, las cifras millonarias de renuncias han hecho que se mantenga una brecha entre la oferta y la demanda.
En julio pasado, el mercado laboral en EEUU tenía 10,7 millones de empleos y solo 5,7 millones de desempleados. Eso significa más de 3 millones de trabajadores menos en comparación con febrero de 2020, de acuerdo con la Cámara de Comercio estadounidense.
“A menos que EEUU revierta el curso de acción y conceda más visas de trabajo, estimamos que la escasez de mano de obra se duplicará hasta llegar a más de 4 millones para 2030”, insistió el especialista en inmigración y economía Rodríguez-Sánchez en el artículo.
Unos 4,3 millones de personas en edad laboral dejaron sus trabajos en lo que se ha denominado la “gran renuncia”, una tendencia que comenzó a verse en julio de 2020 en Estados Unidos y que luego se ha replicado en el mundo. La gran mayoría ha citado insatisfacciones con sus condiciones de empleo y salario como los principales motivos.
Gran cantidad de negocios hoy mantienen el letrero de “Estamos contratando” en sus ventanas y algunos incluso ofrecen bonos de hasta 1,000 dólares como incentivo.