Redacción, 10 feb (VOA) – La principal asesora del presidente Donald Trump, Kellyanne Conway, pidió disculpas al mandatario el jueves por la noche luego de promover en una entrevista en televisión la marca de Ivanka Trump y ser amonestada por ello.
El presidente le expresó su “completo apoyo” y dijo detestar la palabra “aconsejó” que uso el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, para referirse a la acción tomada por la Casa Blanca luego del incidente.
Conway dijo en un tuit: “POTUS me apoya y millones de estadounidenses lo apoyan a él y su agenda” usando el término con el que se refiere al presidente de Estados Unidos en inglés.
Durante la entrevista con Fox News desde la sala de prensa de la mansión ejecutiva estadounidense el jueves por la mañana, Conway instó al público a “comprar las cosas de Ivanka”, advirtiendo que iba a hacer “un comercial gratuito” de la marca.
Aunque el presidente Donald Trump y el vicepresidente Mike Pence no están sujetos a las regulaciones y leyes de ética que deben respetar los empleados federales, Conway, sí lo está. Una de esas regulaciones dice que: Un empleado no debe usar su oficina para “promover ningún producto, servicio o emprendimiento”.
-Las reacciones-
Para el presidente de la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes Jason Chaffetz, haber “aconsejado” a Conway no es suficiente. En declaraciones a la agencia de noticias Associated Press, el legislador calificó de “equivocado…claramente inadecuado, inaceptable”, el exabrupto de Conway.
Chaffetz, representante republicano por Utah, dijo que se unirá al líder demócrata de la Comisión de Supervisión, Elijah Cummings, para pedir a la Oficina de Ética del Gobierno que revise el asunto. Prometió además escribir una queja formal a la Casa Blanca expresando su indignación.
“Se necesita hacer algo”, señaló el legislador. “Nada de excusas o peros”, añadió.
Gilman calificó las declaraciones de Conway como “increíbles”, y agregó que éstos ponen en riesgo la reputación de Estados Unidos en el mundo como un modelo de ética para los empleados gubernamentales.
Además de la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes, dos organismos de control del gobierno financiados por liberales presentaron quejas por violaciones de ética a la Oficina de Ética del gobierno luego de los comentarios de Conway. La Oficina de Ética asesora y supervisa a los empleados federales en dichos asuntos, pero no tiene autoridad para hacer cumplir las regulaciones.
“Las acciones de Conway reflejan una continua indiferencia descuidada con respecto a las leyes y regulaciones sobre los conflictos de interés por parte de algunos miembros de la familia Trump y de la administración Trump”, dijo Craig Holman, un cabildero de asuntos gubernamentales del grupo Public Citizen. Otro grupo llamado Citizens for Responsability and Ethics in Washington, también presentó una queja.
–El inicio del Nordstromgate-
El nuevo mini-escándalo de la administración Trump comenzó el miércoles, con el propio presidente, cuando en reacción a la noticia de que la cadena de tiendas por departamento Nordstrom estaba retirando la línea de ropa y joyería de su hija Ivanka, escribió varios mensajes en su cuenta presidencial de Twitter, calificando la medida como “un tratamiento injusto” por parte de compañía.
Ivanka no tiene un cargo específico en la Casa Blanca, pero se mudó a Washington con su esposo Jared Kushner, quien es uno de los principales asesores del presidente Trump. Ella al igual que su padre, encargó a terceros la operación y manejo de su empresa de ropa y accesorios que lleva su nombre, pero mantuvo la propiedad de la misma.
Pero, abogados especialistas en ética tienen una interpretación diferente. La implicación, intencional o nó de que: si hacen daño al negocio de mi hija, la Oficina Oval los perseguirá.
“Esta es una advertencia a todo el que tiene negocios con Trump o su familia”, dice Norman Eisen, quien fue principal consejero legal de ética del presidente Barack Obama. “Es una advertencia para ellos: No se retiren del negocio”.
El hijo de Donald Trump, Donald Jr., tuiteó el jueves un enlace a una historia en la página web del sitio de noticias conservador Breibart, donde se afirma que mujeres en todo el país están rompiendo sus tarjetas de crédito de Nordstrom y planeando boicotear la tienda por su decisión de retirar la línea de Ivanka Trump.
Aunque el presidente ha tuiteado sobre otras empresas como Boeing, Carrier y General Motors, expertos en ética dicen que esta vez es diferente porque está involucra el negocio de su hija y eso genera preocupaciones de conflicto de interés.
Muchos expertos en ética han criticado el plan de Trump de separarse de su extensa empresa inmobiliaria entregando el control de la misma a sus dos hijos.
Los especialistas pedían que Trump vendiera la compañía, como han hecho la mayoría de los presidentes estadounidenses de la era moderna. Ellos han vendido sus intereses financieros y han puesto el dinero en un fideicomiso cuyas inversiones ellos desconocen.
Eisen y otros expertos legales y abogados demandaron el mes pasado al presidente por supuestamente haber violado una cláusula de la Constitución que prohíbe a los funcionarios de gobierno aceptar regalos o pagos de gobiernos extranjeros.
El presidente Trump y sus asistentes han dicho reiteradamente que a los estadounidenses no les importa lo que Eisen y otros críticos dicen. “Antes de la elección era bien sabido que yo tenía intereses en propiedades en todo el mundo”, escribió el mandatario en un tuit el 21 de noviembre.
-La defensa de Nordstrom-
Las empresas minoristas como Nordstrom toman decisiones como la de la línea de Ivanka Trump todo el tiempo por bajos resultados, dijo el consultor de marcas Allen Adamson. Pero en el cargado ambiente político de Estados Unidos la percepción es una realidad para los partidarios de Trump.
“Está claro que es difícil para Nordstrom decir que está retirando la marca por razones económicas”, dijo Adamson, fundador de la firma Brand Simple.