Washington, 11 feb (VOA) – Los demócratas que argumentan que el expresidente Donald Trump debería ser condenado por incitar al asedio al Capitolio de Estados Unidos se centrarán el jueves en el daño causado por los disturbios y el papel del expresidente en avivar el alboroto.
La Cámara de Representantes acusó a Trump, un republicano, de incitar a una insurrección al exhortar a miles de partidarios a marchar hacia el Capitolio el 6 de enero, el día en que el Congreso se reunió para certificar la victoria electoral del demócrata Joe Biden.
Los gestores de la Cámara que están procesando el caso en el Senado de Estados Unidos pasaron gran parte del miércoles relatando los eventos que llevaron a los disturbios y destacando la amenaza al exvicepresidente Mike Pence.
El jueves, planean ilustrar el “terrible costo” de los disturbios y el “papel de Trump en reunir, incitar e inflamar a los insurrectos”, dijo un asistente de la Cámara.
El miércoles, los senadores vieron imágenes de seguridad abrasadoras de la multitud pro-Trump acechando los pasillos del Capitolio gritando “¡Cuelguen a Mike Pence!” y la búsqueda de la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Los argumentos de la defensa de Trump
David Schoen, parte del equipo de abogados de Trump, dijo el jueves: “Pero al final del día, esto no es solo acerca de Donald Trump o de cualquier individuo. Se trata de nuestra Constitución y de abusar del poder de juicio político para obtener beneficios políticos”.
El senador republicano de Indiana, Mike Braun, aludió al papel de la defensa. “Creo que cada lado hizo un trabajo decente. No creo que ninguno de los lados abrumó al otro”.
Por su lado, el senador republicano de Louisiana Bill Cassidy, ofreció su valoración. “Si soy un jurado imparcial y una parte está haciendo un gran trabajo y el otro uno terrible, en el tema en cuestión, como jurado imparcial, votaré por la parte que hizo un buen trabajo”.
Al finalizar la exposición de los fiscales el jueves, el senador Mike Lee,republicano de Utah, presentó una apelación argumentando que lo dicho por los gerentes del juicio no corresponde con sus declaraciones de lo ocurrido el 6 de enero en el Capitolio.
“Se me atribuyeron repetidamente declaraciones sobre las que tengo conocimiento personal, porque soy la fuente”, aseguró Lee.
Videos nunca antes vistos mostraban la vista desde el interior del Capitolio cuando los alborotadores rompían ventanas y luchaban con la policía, llegando a menos de 30 metros de la habitación donde Pence se estaba refugiando con su familia.
La turba había instalado una horca afuera.
Las imágenes, que también incluían planos de ataques brutales contra la policía del Capitolio, mostraban a Pence y a los legisladores siendo empujados a fin de protegerlos mientras la turba avanzaba. El ataque al Capitolio resultó en la muerte de cinco personas, incluido un oficial de policía.
Trump había dicho repetidamente que Pence tenía el poder de detener la certificación de los resultados de las elecciones, aunque no lo hizo.
“La turba estaba buscando al vicepresidente Pence”, dijo la representante Stacey Plaskett, narrando imágenes que mostraban a la multitud amenazando a Pence y buscando a Pelosi. “El presidente Trump les puso un objetivo en la espalda y luego su turba irrumpió en el Capitolio para cazarlos”, dijo.
El representante demócrata Joaquín Castro señaló que durante el alboroto, Trump tuiteó que Pence “no tuvo el coraje de hacer lo que debería haberse hecho”. Un video mostró a los alborotadores difundiendo el tuit de Trump entre ellos a través de megáfonos.
Plantó las semillas
Los gestores de la Cámara de Representantes dijeron que Trump había plantado las semillas de los disturbios al alentar la violencia y hacer afirmaciones falsas de que las elecciones fueron robadas mucho antes del 6 de enero. También dijeron que hizo poco para detener la violencia mientras se salía de control, a pesar de las súplicas de muchos republicanos para pedirle a sus seguidores que se detuvieran.
Los demócratas enfrentan una tarea difícil para asegurar una condena en el Senado y evitar que Trump vuelva a buscar un cargo público. Una mayoría de dos tercios en el Senado debe votar para condenar, lo que significa que al menos 17 republicanos tendrían que desafiar a Trump y su sostenida popularidad entre los votantes republicanos.
Trump es el primer presidente de Estados Unidos en ser acusado dos veces y el primero en enfrentar un juicio después de dejar el cargo. Su primer juicio político, que surgió de sus esfuerzos por presionar a Ucrania para que investigara a Biden, terminó en una absolución hace un año en lo que entonces era un Senado controlado por los republicanos.