Teherán, 20 may (elmundo.cr) – Irán ejecutó el viernes a tres hombres que, según dijo, estaban implicados en la muerte de tres miembros de sus fuerzas de seguridad durante las manifestaciones antigubernamentales del año pasado, que provocaron protestas en el país y en el extranjero.
Majid Kazemi, Saleh Mirashemi y Saeed Yaghoubi fueron ejecutados en la ciudad central de Isfahan, dijo el poder judicial en un comunicado en Twitter, agregando que habían “matado” a dos miembros de la fuerza paramilitar Basij y a un oficial de policía el 16 de noviembre.
Amnistía Internacional dijo que el juicio acelerado de los hombres fue defectuoso y utilizó “confesiones contaminadas con tortura”.
Irán niega que las confesiones se obtengan bajo tortura.
Las ejecuciones del viernes elevaron a al menos siete el número de manifestantes ahorcados desde el inicio de las protestas a nivel nacional que comenzaron el otoño pasado y se convirtieron en uno de los desafíos más audaces a la dirección clerical desde la revolución de 1979.
Fueron encendidos por la muerte el 16 de septiembre de la mujer kurda iraní de 22 años Mahsa Amini mientras estaba bajo la custodia de la policía moral de Irán.
Anticipándose a su ejecución inminente, los tres hombres apelaron el miércoles en una nota manuscrita al apoyo público, diciendo: “No dejen que nos maten”.
“Necesitamos su ayuda”, decía la nota que se volvió viral en las redes sociales, atrayendo llamamientos locales e internacionales para detener las ejecuciones, incluso desde Washington.
Las familias y los simpatizantes realizaron vigilias nocturnas frente a la prisión de Dastgerd en Isfahan en apoyo de los tres hombres que estaban detenidos en el interior. Estallaron protestas callejeras en Isfahan, la capital Teherán y algunas otras ciudades después de que se anunciaran las ejecuciones, según videos publicados en las redes sociales.
“Juramos por la sangre de nuestros camaradas que seremos firmes hasta el final”, gritaron los manifestantes en Teherán, en un video que no se pudo verificar de forma independiente.
La Unión Europea condenó las ejecuciones “en los términos más enérgicos posibles”, dijo un portavoz. La ministra de Relaciones Exteriores de Australia, Penny Wong, condenó los ahorcamientos como “asesinatos reprensibles” y dijo en Twitter: “Australia apoya al pueblo de Irán”.
Los expertos en derechos humanos de la ONU dijeron en un comunicado que estaban “profundamente alarmados” por las continuas ejecuciones de manifestantes iraníes.
Los medios estatales difundieron videos de lo que se presentaron como las confesiones de los acusados, que según Amnistía Internacional fueron obtenidas mediante tortura.
“La manera escandalosa en que el sistema judicial de Irán aceleró el juicio y la sentencia de estos manifestantes en medio del uso de ‘confesiones’ contaminadas con tortura, graves defectos de procedimiento y falta de pruebas es otro ejemplo de la descarada indiferencia de las autoridades iraníes. por los derechos a la vida y a un juicio justo”, dijo Amnistía en un informe el miércoles.
“Majid Kazemi dijo en una grabación de audio de la prisión que se vio obligado a hacer declaraciones falsas autoincriminatorias después de que los interrogadores lo golpearon, le aplicaron descargas eléctricas, lo sometieron a simulacros de ejecución y amenazaron con violarlo, ejecutar a sus hermanos y acosar a sus padres. ”, dijo Amnistía.
Los hombres fueron condenados a muerte por el cargo de “enemistad contra Dios” por la supuesta posesión de un arma de fuego.
El portavoz adjunto del Departamento de Estado de EE. UU., Vedant Patel, pidió a Irán que no ejecute a los tres hombres y dijo a los periodistas el jueves que su ejecución sería una afrenta a los derechos humanos.
