Florida, 13 ago (VOA) – Según una nueva investigación, Marte podría estar empapado bajo su superficie, con suficiente agua escondida en las grietas de las rocas subterráneas.
Los hallazgos publicados el lunes se basan en mediciones sísmicas del módulo explorador Mars InSight de la NASA, que detectó más de 1.300 terremotos en Marte antes de apagarse hace dos años.
Esta agua, que se cree que se encuentra entre 11,5 y 20 kilómetros (entre 7 y 12 millas) por debajo de la corteza marciana, probablemente se habría filtrado de la superficie hace miles de millones de años, cuando Marte albergaba ríos, lagos y posiblemente océanos, según el científico principal, Vashan Wright, del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California en San Diego.
El hecho de que todavía pueda haber agua en el interior de Marte no significa que contenga vida, dijo Wright.
“En cambio, nuestros hallazgos significan que hay entornos que posiblemente podrían ser habitables”, dijo en un correo electrónico.
Su equipo combinó modelos informáticos con lecturas de InSight, incluida la velocidad de los terremotos para determinar que el agua subterránea era la explicación más probable. Los resultados se publicaron el lunes en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.
Si la ubicación de InSight en Elysium Planitia cerca del ecuador de Marte es representativa del resto del planeta rojo, el agua subterránea sería suficiente para llenar un océano planetario de uno o dos kilómetros (una milla o más) de profundidad, dijo Wright.
Se necesitarían taladros y otros equipos para confirmar la presencia de agua y buscar posibles signos de vida microbiana.
Aunque el módulo de aterrizaje InSight ya no funciona, los científicos continúan analizando los datos recopilados desde 2018 hasta 2022, en busca de más información sobre el interior de Marte.
Se cree que Marte, que estuvo húmedo casi por completo hace más de 3.000 millones de años, perdió su agua superficial a medida que su atmósfera se adelgazaba, convirtiéndose en el planeta más seco y polvoriento que conocemos hoy. Los científicos creen que gran parte de esta antigua agua se escapó al espacio o quedó enterrada.